My Darling~ - Outlast.

6

Seguimos nuestro camino hasta encontrarnos una gran sala con cuerpos colgados, Eddie se tensó por ello.
-Debemos tomar otro camino-se apresuro a decir.
-Pero mi amor-dije y lo observé al rostro. Se encontraba tenso ¿Qué le sucedía?-¿Amor? ¿Qué sucede?
-Este lugar... no quiero que lo veas-negó suavemente mientras cerraba sus ojos con fuerza-soy un monstruo por hacer todo esto.
Me hele al oírlo, había cuerpos de hombres que llevaban partes creadas de mujeres.
-Eddie-nombré tomando su rostro entre mis manos-me importa la persona que eres ahora conmigo, no tu pasado ¿Si?
-¿Aún así me vas a seguir amando?-abrió sus azulados ojos para reflejarlos en mi.
-Por siempre. Lo prometo.
-Oh darling...-sonrió y beso mis labios.
En aquel momento se oyó la puerta de delante abrirse de golpe y allí unos hombres con vestimenta de pacientes nos observaban con deseos de sangre.
-Eddie-nombre asustada mientras me escudaba detrás suyo.
-Yo me encargaré de ellos-dijo observándolos fijo.
Eran tres contra uno ¿Cómo podría?
Detrás del bolsillo de su pantalón sacó una cuchilla la cual mostró de manera amenazante.
-Entreganos a la mujer-dijo uno relamiéndose los labios.
-No-negó firme Eddie.
Y los tres vinieron corriendo hasta él.
A paso lento Eddie se alejo de mi y al primero que se le lanzó le clavo la cuchilla en el estómago.
-Maldito-gruño el mal herido.
-¡Eddie cuidado!-solté al ver como uno de los tres le atacaba por detrás clavándole un cuchillo en la espalda. Eddie se quejó pero siguió firme de pie empujando al mal herido y de un movimiento rápido al de detrás suyo le dio un puñetazo en el rostro haciéndolo caer cerca de mis pies.
-Ella será nuestra-dijo el único de pie.
-Eso jamás-gruñó Eddie lanzándose sobre él.
Veía a Eddie sobre el hombre, le clavaba la cuchilla por todo el cuerpo, la sangre salpicaba sobre él mientras reía con fuerza. 
Iba a hablar pero una mano me tomó el pie, era el loco que Eddie había golpeado, quise gritar pero se levanto de un salto y me tapó la boca, Eddie estaba tan concentrado mutilando a su oponente que no escuchaba mis jadeos.
-Te mataré, tendré sexo con tu cadáver y luego te comeré-susurró a mi oído y paso su asquerosa lengua.
Me fue llevando hasta unos ganchos con cuerdas que se hallaban allí.
Debía hacer algo para que Eddie me oyera. Mordí su mano haciendo que gritara del dolor y fue allí que Eddie volteó y observó con furia.
-¡Ella es mía! ¡No la toques!-soltó con la voz rasposa.
Y corrió hasta nosotros, tacleó al loco haciendo que cayera a un lado y ambos fueron tomados por aquellos ganchos que los ascendieron por el cielo. Primero al loco, quien se clavo con un fierro que se hallaba suelto por el techo y Eddie trataba de mantenerse allí con fuerza para observarme.
-¡Eddie!-grité acercándome. Debía hacer algo ¿Pero qué? No tenía nada para cortar aquellas cuerdas.
-Darling-me llamó tomando mi mano, lo observé con los ojos cubiertos en lágrimas-hubiera sido lo más perfecto haber formado una familia contigo. Gracias por sacarme de aquella horrenda oscuridad.
-No... Eddie-nombré con la voz entrecortada mientras tiraba de su brazo-tienes que venir conmigo-agregué haciendo fuerza.
-Esto iba acabar así mi amor-sonrió pero en su mirada notaba la tristeza-te amo, nunca lo olvides.
Y mi mano se soltó de su agarre.
-¡EDDIE!-grité con fuerza cuando subió hasta el techo y su cuerpo fue atravesado por uno de esos fierros.
En pocos segundos había muerto pero aún mantenía aquella hermosa sonrisa.
Caí de rodillas al suelo cubriendo el rostro con las manos.
-¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¡EDDIEEEE!-grite adolorida ahora golpeando las manos sobre el suelo. Dolía, dolía mucho esto. Él tendría que estar conmigo, salir de aquí y formar una hermosa familia a mi lado ¿Por qué? ¿Por qué?
-Carne fresca-oí la voz de un hombre barbudo que me veía relamiendose los labios.
Iba a levantarme para huir pero ya no tenía fuerzas. Me tomó por el cabello y me alzó cerca de su rostro.
Atine a lanzarle golpes que no le hacian nada, él solo reía de manera burlona ¿Este iba a ser mi fin? Ya no tenía a Eddie para protegerme.

Al menos volveré a verte.

Cerré los ojos.