Cap.18/Esto ya es el colmo

1.6K 121 29
                                    

Nr:Kai

Desperté en un lugar oscuro, con las manos encadenadas... Con todo lo que había pasado era obvio que esto era obra de Morro, y fue más obvio aún cuando lo vi parado frente a mí.

Morro:Despertaste.

Kai:No te saldras con la tuya...

Morro:Ah... ¿no? -se burló.

Kai:Claro que no, los chicos vendrán por mí y...

Morro:Y tu Lloyd te salvará -me interrumpió, para luego sacar mi teléfono de su bolsillo. Al ver mi sorpresa se empezó a reír-. Yo no lo creo... tal vez le "enviaste" a Lloyd un mensaje de que llegarás tarde... muy tarde.

Kai:¿¡Qué!?... Eres un maldito. ¡¡Maldito Morro!!

Él guardó el teléfono con tranquilidad y se fue riendo, al salir entró Harumi.

Harumi:Qué lindura tenemos aquí, ¿eh?

Kai:Grr -gruñí sin decir una sola palabra.

Harumi:Qué lindo te ves enojado -respondió con una sonrisa.

Morro:¡¡Harumi!! -se escuchó desde afuera.

Harumi:¡¡Ya voy, ya voy!! -gritó molesta-. Nos vemos luego. -Se despidió con la mano y salió corriendo.

[...]

Intentaba zafarme de las cadenas, pero sólo lograba lastimarme. No podía usar mi poder elemental ya que mis manos estaban dentro de unas cápsulas, o algo así, que al parecer bloqueaban mis poderes.

No podía hacer nada, así que me puse a observar mi alrededor: Una habitación oscura, iluminada por una pequeña lámpara ubicada encima de mí; dos barrotes que sujetaban la cadenas que traía y una puerta a mi lado izquierdo, que es por donde entraron y salieron Harumi y Morro.

Esto es el colmo, todas las veces que Morro ha hecho algo tiene que llevarse a alguien, primero yo, luego Lloyd, y otra vez yo. Esto parecía un juego infantil de pasar la pelota de un lado a otro.

Estaba tan cansado, para nada es fácil dormir cuando estás encadenado... para nada. No podía ni moverme de tan tensas que estaban éstas, simplemente una vil tortura.

Claro, todo cambió cuando el cansancio me venció y caí rendido. Así es, me quedé dormido.

Un Secreto Que Ocultar [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora