best of me [ym]

[six] Nervios y dolores de cabeza.

Una semana había pasado desde que YoonGi se había convertido en mi mentor, y yo no había avanzado en nada.

Pero hay algo raro en todo esto, y es que Min no parece enojado. Me trata con sumo cuidado y su paciencia dura cada vez más, cosa que es muy raro en Min YoonGi.

Ahora estamos en su auto, dijo que quería llevarme a un lugar tranquilo para practicar y yo tengo miedo de que en realidad vaya a matarme y enterrar mi cuerpo en la tierra.

- ¿Por qué luces tan nervioso? - Pregunta mirándome de reojo.

- No lo sé. - Digo, pero ¡claro que sé! ¡Me encuentro en el auto de Min Terror YoonGi saliendo del Internado!

En mi defensa, otra persona ya se encontraría teniendo un ataque cardíaco.

Mi mentor suelta una risa. - ¿Tanto miedo me tienen en el Internado?

- ¿Uh?

- Tu mente, cuando estás nervioso sueles... exhibirla. - Comenta entre divertido y curioso. - Es algo que tenemos que pulir... Entre tantas cosas. - Murmura.

- Lo siento. - Digo intentando poner mi mente en blanco y no pensar en el hecho de que esta conversación podría ser mi última.

- Oh por Dios, Park JiMin. No voy a matarte.

- ¡Lo siento!

☆

Llegamos a un bosque demasiado silencioso, pero el hecho de que es pleno día por alguna razón me tranquiliza.

Caminamos sin decir una palabra, yo voy detrás de hyung mientras él me indica hacia donde ir. Nos detuvimos frente a un lago, comienzo a sospechar que YoonGi tiene una obsesión por el agua.

- De acuerdo, siéntate. - Obedezco y él se sienta junto a mí. - Algo que tienes que aprender antes de controlar mentes, es controlar la tuya primero. Tienes que tener una gran paz interna para no perderte dentro. - Silencio. - Sé lo que sucedió con tu compañero en el examen, y te ayudaré a que eso no se repita.

Asiento pero sigo nervioso, ¿es posible conseguir esa paz de la que habla YoonGi?

- Cierra los ojos y piensa en un lugar que te traiga paz, vamos. - Pausa y en cuánto obedezco su tono de voz se vuelve más tranquilo. - JiMin, quiero que te visualices en ese lugar y retengas esa imagen en tu cabeza.

Me mantengo así durante varios minutos, escucho el agua correr en un sentido y de vez en cuando el canto de los pájaros.

Me visualizo a mí en mi dormitorio junto a TaeHyung, sólo estamos sentados sin hacer nada pero de un momento a otro todo se congela excepto yo.

Comienzo a moverme y observar todo con atención, nunca me había pasado algo así.

De repente, algo dentro de mí hace que comience a revolver la cama, quiero saber qué se siente. Es tan real. Tiro al suelo todas las cosas que hay en la mesa y rompo el espejo, TaeHyung no se mueve y comienzo a zarandearlo para que reaccione.

- JiMin despierta. - Escucho a lo lejos la voz de YoonGi, pero no puedo. Amo este caos que estoy creando en mi dormitorio.

De repente todo se vuelve blanco, y YoonGi aparece en mi mente.

- ¿Estás bromeando? ¿No puedes hacer una sola cosa bien? - Pregunta molesto, estoy confundido. No entiendo por qué apareció en mi mente solo para decir eso.

Pero las cosas comienzan a complicarse, porque NamJoon - mi padre adoptivo y director del Internado - aparece detrás de él.

- Realmente fue una pérdida de tiempo haberte adoptado, no sirves para nada.

Escucho risas de niños, las lágrimas no salen de mis ojos y comienzo a angustiarme. Quiero salir de ahí pero no puedo.

- Arruinaste mi vida, basura. - Noh TaeHyun. - ¿Por qué me hiciste recordar aquel sufrimiento? ¿Por qué, JiMin?

- Lo siento, lo siento tanto. - Suplico piedad.

- Park, despierta ahora mismo. - YoonGi chasquea sus dedos y no recuerdo nada más.

Despierto en mi habitación, Jeongguk y TaeHyung están parados a mi lado, observándome cuidadosamente.

- ¡Por fin te dignas a despertar, tonto! - Exclama TaeTae con enfado y yo sostengo mi cabeza debido al dolor. - ¡Mataré al estúpido de Min YoonGi!

Jeongguk comienza a reír. - Para eso debes estar a unos metros de él, y ni eso puedes hacer.

- Chicos, mi cabeza duele. - Hablo soltando un quejido.

Jeongguk me alcanza un vaso de agua y lo bebo rápidamente luego de darme cuenta que había una aspirina disuelta dentro.

Le agradezco y vuelvo a apoyar mi cabeza en la almohada, mi cama es tan cómoda en momentos como estos.

Nadie vuelve a decir nada, TaeHyung me empuja para acostarse a mi lado y en cuestión de segundos los dos nos quedamos dormidos.

No sé qué había sucedido conmigo en el bosque, pero me seiento tan mal por no saber controlar mi propia mente. Estoy dudando seriamente si seguir en esto o ya darme por vencido. Pero sé que si me voy, volvería a ver el retrato colgado en la puerta del Internado; y entonces seguiría intentándolo.

La única motivación que consigo en estos momentos es saber que, después de todo el dolor, tengo a TaeHyung a mi lado para abrazarme.

Agradezco tanto tener un amigo como él.