[twenty-nine] Tranquilidad e inquietud.

2K 353 42
                                    

Minutos después llegamos al Internado y el auto se detiene. Cuando estamos por salir, debido a mi mareo, me tropiezo y salgo del agarre de TaeHyung logrando aparecer a los ojos del hombre.

- ¿Có-Cómo has logrado entrar? - Es lo único que pregunta con temor en sus ojos. Me acerco a él mirándolo fijamente a los ojos.

- Hoy no ha pasado nada, no me has visto. Irás a tu casa ahora mismo y sólo pensarás en dormir.

- Hoy no pasó nada, no te he visto. Iré a mi casa ahora mismo y sólo pensaré en dormir. - Repite y yo suelto un suspiro para salir del auto.

Cuando el profesor se aleja, salimos corriendo hacia la puerta principal. En cuanto entramos, puedo respirar tranquilamente. Estar aquí logra alejar todos mis temores.

- De acuerdo, YoonGi hyung debe estar en la habitación con tu padre. Vamos y... - Me mira confundido. - ¿Qué te ocurre?

Niego caminando torpemente, todo me da vueltas y TaeHyung parece alejarse cada vez más de mí.

¿Debo devolverle el dolor a TaeHyung o aguantar un poco más hasta que esté en su cama?

- ¿P-Puedes ir a dormir? Yo iré a... A ver a mi padre y a hyung. - Intento caminar, pero el suelo parece cambiar de lugar. Mis pies se tropiezan contra el otro.

- Hey, JiMin, ¿qué sucede? - Escucho su voz a lo lejos.

- Perdón, no puedo, no puedo aguantar más. - Hablo por lo bajo y lo último que escucho es el grito de dolor de TaeHyung. Los dos caemos al suelo.

...

- Se está despertando. - Escucho la voz de mi padre y abro los ojos lentamente. Intento acostumbrarme a la luz y los observo.

- ¿Qué hago aquí? - Noto que estoy en la enfermería de mi Internado, me relajo disimuladamente.

- Te desmayaste en la puerta, escuchamos el grito de TaeHyung y pudimos ayudarlos con tiempo. - El enfermero Choi habla con suavidad, me incorporo cuando escucho el nombre de mi amigo.

- ¿Cómo está TaeHyung? - Pregunto colocando una mano en mi cabeza. - Lo hice sufrir, yo no debí hacerlo, tuve que haber aguantado más, soy un mal amigo... -

- JiMin, cálmate. - Mi padre habla. - TaeHyung está bien, le colocaron un aceite en la espalda que creó un doctor que llegó hoy. Está acostado en su habitación mientras HoSeok y Jeongguk lo vendan.

Asiento tranquilizándome.

- ¿Y usted? ¿Cómo se encuentra? ¿Sucedió algo? - Él niega.

- Debo confesar que cuando YoonGi llegó a mí estaba asustado, pero por suerte sólo fue eso. - Comenta acercándose a mí y acaricia mi cabello. - Lo que hiciste anoche...-

- ¿Anoche? ¿Qué hora es? - Interrumpo.

- Las tres de la tarde. - El enfermero Choi suelta una carcajada. - Vaya que tenías sueño, Park.

Bajo la mirada avergonzado.

- No debiste hacer eso. Pusiste en riesgo tu vida sólamente para llegar hasta aquí.

- Si algo le sucedía a usted, a YoonGi hyung o a cualquiera del Internado, no me lo iba a perdonar.

- ¿Cómo lo lograste? TaeHyung dijo que hiciste que su mente no sintiera el dolor de su espalda. - Se aleja un poco, pensativo. - Eso es increíble, JiMin.

Me sorprendo al escuchar su halago y siento mis mejillas enrojecerse con orgullo.

- Lo leí en un libro, creí que debía hacerlo si queríamos llegar al Internado cuanto antes.

- TaeHyung no sabe cuál era la consecuencia de lo que hiciste.

- Por favor, no se la diga. - Pido levantándome de la camilla, él asiente observándome con una sonrisa suave.

- Estoy orgulloso de ti. - Cierra sus ojos unos segundos y vuelve a mirarme. Un hoyuelo aparece cerca de su labio, y yo no puedo evitar sentirme como un niño pequeño.

- ¿De verdad? - Pregunto, probablemente me vea como un idiota ahora mismo. Él asiente.

Quiero decir algo más, pero el ruido de la puerta logra callarme. El enfermero abre y sonrío el doble al ver a mi mentor parado en la puerta observándome preocupado.

- ¿Qué haces levantado? Vuelve a acostarte, debes descansar. - Se acerca hacia mí y se congela al ver a mi padre. - Oh, hyung. Lo siento, no lo había visto.

- Claro que no, sólo tienes ojos para mi hijo. - Bufa fingiendo molestia pero mientras YoonGi baja la mirada avergonzado, mi padre me guiña el ojo cómplice. Suelto una suave risa y él sale de la habitación junto al enfermero.

Lo miro y no tardo en abrazarlo. Paso mis brazos por su cuello y él los pasa alrededor de mi cintura.

- Te extrañé. - Confieso. - Estaba asustado.

- Yo igual, creí que algo te había pasado. No debí haberte dejado allí junto a TaeHyung, debí haberme quedado. Lo siento tanto, fui un idiota y... - Lo interrumpo dándole un dulce beso en los labios. Sólo pasaron unas horas de la última vez que lo vi, pero lo había extrañado en demasía.

Suelta un suspiro y noto como se tranquiliza, sus hombros se bajan intentando destensarse y yo hago lo mismo.

- Cada día te vuelves más poderoso. - Comenta empujándome hacia la camilla para que me siente, ruedo los ojos.

- ¿De qué hablas? Me desmayé en cuanto llegué.

- Pero llegaste. - Dice y yo me quedo en silencio. - El JiMin de hace un mes no hubiera llegado. Ni siquiera se le hubiera ocurrido hacer eso que, por cierto, pusiste tu vida en peligro. No quiero que lo vuelvas a hacer.

Asiento y vuelvo a besarlo enredando mis piernas en su cintura, YoonGi se acerca más hacia mí.

Todo el infierno que había pasado anoche, valió totalmente la pena.

La puerta se abre sorprendiéndonos, un guardia aparece mirándonos preocupados.

- Tenemos un problema.

YoonGi y yo nos miramos, intentando encontrar tranquilidad en el otro, pero ahora mismo somos un manojo de nervios. Otra vez.

¿Cuándo se va a acabar esta agonía?












best of me [ym]Where stories live. Discover now