Mi hermanastro (En edición •3•)

Princesa

Tom: ¿Como te sientes preciosa?

___: Es como viajar en el tiempo. Estoy confundida.

Tom: ¿Porque? -Pregunte curioso.

___: Me siento feliz y a la vez muy triste, igual que angustia y que falle en algo, no se que siento.

Tom: Hey, tranquila, todo esta bien. -Le sonreí- ¿No vas a tocar nada? 

___: No, aun no, ya la abrí, suficiente. Me estoy poniendo mal. -Sus manos comenzaron a temblar y cerro la caja muy rápido- Tom me siento mal. Tom estoy entrando en pánico. -Dijo muy asustada.

Tom: Tranquila, tranquila. -Dije muy preocupado.

Le quite rápido la caja y la puse a un lado. Me levante y la levante a ella. La abrace y ella también lo hizo, muy muy fuerte. Acaricie suavemente su cabello y trate de tranquilizarla.

___: Tom, ¿Lo hice bien? -Dijo con la voz entrecortada, se escuchaba preocupada y asustada.

Tom: Claro princesa.

___: Siento que lo hice mal Tom, siento que falle. Tengo miedo de decepcionar a quienes amo, tal vez esto no salio bien, no soy fuerte. Soy terrible.

Tom: ¿De que hablas preciosa? Para nada, lo hiciste excelente, estuvo perfecto. Tu eres muy fuerte, lo que hiciste fue increíble. No le fallaste a nadie, y te apuesto, que este donde este tu padre, el debe de estar ahora mismo observando orgullosamente como tu sales adelante. No vayas a llorar, todo va bien. -Le di un beso en la frente.

___: Quiero irme. -Dijo triste.

Tom: Como digas. -Sonreí.

Tome la caja y la mano de ___. La lleve a la limusina y la ayude a entrar. Después entre yo.

Tom: ¿Volvemos a la fiesta?

___: Yo quiero irme a casa.

Tom: Es la boda de tu madre, ¿estas segura?

___: Si, no me siento nada bien.

Tom: Pues como gustes. -Le sonreí.

Le ordene a el chofer que nos llevara a casa y le avisaría a Sahara que no volveríamos a la boda, se que ella lo comprenderá, pues ya sabia lo que iba a pasar a esta hora. Por supuesto, yo me quedaría en casa con ___, no la iba a dejar sola en casa.

Al llegar entre con ___ cargando, pues se había quedado dormida. Cerre la puerta principal, subí las escaleras y como pude abrí la puerta de su habitación. La recosté en la cama y le quite sus tacones. Yo me quite el caco y el cinturón, igual que la corbata y los zapatos. Un poco retirado de la cama, me quede viéndola y eso me sacaba una sonrisa. Se veía tan tierna pero a la vez tan lastimada. Las marcas de las lagrimas se notaban por sus mejillas. Me dolía ver a mi princesa de esta manera, me rompía el corazón, pero no estaba sola en esto, lo mejor era yo quien la acompañaba. Camine a su guarda ropa y entre las cientos de prendas que tenia escogí un short y una camiseta de tirantes color gris. Me acerque y le quite aquel vestido. Me excite, pero ella estaba dormida y no quería arruinarle el sueño despertandola solo para tener sexo, tampoco me aprovecharía, jamas haría algo que la lastimara, me odiaría a mi mismo si le hago daño. Le puse la ropa para que durmiera mejor, tratando de moverla lo menos posible y que no se diera cuenta para que descansara mejor. Fui a mi recamara, me quite el pantalón y la camisa de manga larga, me puse un short y regrese con ___. Me recosté a un lado de ella y la abrace. Encendí el aire acondicionado y me quede a dormir ahí, junto a mi princesa.