Capítulo 6: ¿Comienzo?

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¿Comienzo?

La gran noche finalmente llegó convirtiéndonos a los cinco en un manojo de nervios, cada uno más bipolar que el otro. Aun así, el ambiente estaba cargado de un aire especial y no era por el aire acondicionado que lanzaba olor a rosas (algo extraño y poco agradable) sino que una vibra mágica difícil de explicar nos envolvían.
–Suerte, chicos –habló James con su diferenciado acento, cuando hicimos una ronda de abrazo.
–Rómpanse una pata –exclamó Luke.
Gerry sólo soltó un nervioso: “hagámoslo”.
– ¡Los amo!
Cerramos nuestros ojos, la adrenalina corriendo por nuestras venas. Éramos mucho, teníamos que ser más que sólo cinco amigos porque no se sentía realmente así, éramos hermanos: éramos una familia y los amaba.
Escuchamos los gritos y aplausos del exterior.
–Vamos, vamos, vamos –agitó un presentador y corrimos al escenario.
El ruido aumentó, pero no tardó mucho porque tras las palabras de Phillips, el público calló y mi corazón se paralizó. Tomé aire, tocaba mi turno.

“And as i walk up to your door
My eye turns to face the floor
Because I can’t look you in the eyes and say…”

Gerry siguió y miré a Phillip queriendo decirle que le dedicaba esta canción. Él se veía radiante con su traje negro y su correcta postura, él siempre se veía bien.
Traté de no adentrarme en la parte que seguía. Fue tarde, oleadas de recuerdos sobre él en los brazos de Falon me invadían y mi corazón no se sentía con ánimos de latir. Se sentía horrible, como si cada centímetro de mi corazón estuviera siendo torturado con cientos de agujas.
Quería acabar con ese sufrimiento.

“I can love you more than this…”

Volví mi vista a Phil que tenía expresión concentrada, como habitualmente pasaba. Busqué sus ojos y me cargué de pasión. El público parecía captar lo que sentíamos nosotros, sus miradas entristecidas y sus ojos cristalizados.

“I never had the words to say
But now I’m asking you to stay”

Grité como nunca sacando todo lo que llevaba, en los últimos dos meses, guardado. Me sentía libre y Phillips me miraba con admiración latente en sus ojos chocolate.
Creí como si gritándolo él fuera a entender que eso era exactamente lo que sentía por él, entendería que lo quería a mi lado, que podía amarlo más que eso. Yo podía amarlo más que eso.
Phil dejó de mirarme cuando retomó su parte después de Gerry. Cerré mis ojos, no podía aguantar tanto. Ya no. No era tan fuerte. Pero cuando pensé que me desfallecería en el escenario, la cámara apuntó un cartel de unas fans al fondo.
Entrecerré mis ojos, abrumado por las luces. Se leía claramente en palabras grandes y gordas.
“Chillips por siempre”
Miré a Phillips desesperado, él también me miró con expresión dura y enojada. Su mirada hervía. Mandó el micrófono a una mano y con la otra hizo algo que jamás hubiera esperado de él. Levantó sus manos delgadas y elegantes al aire y apuntando al cartel alzó su dedo medio. Se escucharon los rumores, pero a Phil no le interesaba. Él estaba harto de esos juegos.
Miró a las cámaras y exclamó con orgullo y enojo, firme, totalmente convencido: –Te amo, Falon.
Eso fue todo. 
Las luces se apagaron y corrí a toda prisa para escaparme.

– ¿Char? ¡Char! ¿Estás ahí? –Phillips golpeaba la puerta del baño amenazando con tirarla abajo. –Responde, por favor, Char…
Me enjuagué las lágrimas reemplazándolas por nuevas.
–Char –repitió con voz afligido y la puerta crujió cuando él se deslizó con su espalda sobre ella hasta caer al suelo, inconsciente de que así mismo estaba yo.
Solté un gemido mientras pensaba en lo que mi vida se había convertido en los últimos tiempos.
–Te quiero –murmuró y dos gotas bajaron por mi mejilla mientras miraba el techo con un leve temblor en mis labios.
–Phillips –oí la voz energética de Luke–, ¿qué haces aquí?
–Yo –balbuceó el castaño y apreté mis labios con fuerza–…, es que, Charlie…
–Vete –ordenó Luke–, yo hablaré con él.
–No –negó firme Phil y lloré más–, soy su amigo…
–Lo sé –interrumpió el otro–, sé que estás preocupado, pero créeme que estará bien. Sólo ve que… Hmm, te esperan.
Otra punzada en mi corazón. Luke no quería decirlo, pero yo sabía que 
Falon lo esperaba con una gran sonrisa en su rostro buscando lanzarse a sus brazos.
–Oh –murmuró él, entendiendo a lo que el otro se refería–, bien.
Oí la puerta cerrarse y silencio.
–Puedes salir, Charlie –dijo Luke y abrí la puerta poco a poco con desconsuelo.
Él me miró serio y me estrechó en sus brazos dándome palmadas.
–Todo está bien, hermano.
Me soné la nariz. Él mentía.
–No, nada está bien –espeté. –Duele mucho, Luke.
–Eso es porque lo amas, amigo.
Esas simples palabras, me trajeron a la realidad.
Mis ojos ardían, pero siguieron llorando expresando el dolor en mi interior.

Amor súbitoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz