Capítulo 13

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Era la noche del viernes, pasadas las veintitrés horas, y el joven McCormick ya se alistaba para su paseo nocturno con Cartman.
Había preparado su mochila con una linterna, una navaja para nada afilada, por si las dudas, y su viejo celular que llevaba en ocasiones, aunque la mayoría de las veces estaba tirado en la habitación y sin batería, por si su hermano se despertaba y lo necesitaba.
No les avisó a ninguno de los dos que saldría, no planeaba quedarse tanto tiempo fuera de casa, no se percatarían de su falta de presencia. Sin mencionar que podría preocupar a alguno de los dos, y por supuesto no quería eso, por lo que mantuvo sus planes en secreto.

El reloj marcó las doce y veinte. Karen y Kevin dormían, al igual que su madre, quien cayó rendida en la cama tan pronto arribó en su hogar, y no parecía que fuesen a despertar en un rato. La pelirroja había llegado unos momentos antes a la casa puesto que los dueños de la residencia donde actualmente trabajaba, muy posiblemente a conciencia de su situación económica, le invitaron la cena de esa noche, un mero acto de benevolencia por parte de aquel matrimonio.
Todo estaba calculado en la mente de Kenny. Todo, a excepción de, por supuesto, las repentinas y diarias muertes que lo jodían a toda hora, algo que el muchacho, para su mala suerte, subestimó.
Y es así, mis queridos amigos, como se arruinó la noche prometedora del rubio. Sin Eric ni cerveza, sin música, sin pasarse un largo rato sentado frente al computador jugando con el gordo en línea y escucharlo culpándolo por equivocaciones que no cometió pero su compañero se negaba en reconocer, ni quizás viendo una película. Así es como todo lo que el muchacho quiere termina estropeándose, por una cabrona muerte. De todas formas él tenía en claro que el bosque no era del todo un lugar seguro, pero, ¿En serio?, ¿El destino no podía esperar unas horas más para darle tan "trágico final"?, al menos permitirle degustar el amargo sabor de la cerveza, bebida prohibida que tanto disfrutaba. Pero no, Dios desde el primer día se tomó el trabajo por complicarle la existencia a tal punto de estropear el único momento para relajarse que tendría en semanas.

Ese análisis y deducción daba vueltas en la mente del chico al despertar en la mañana, con su ropa de siempre, sin olor a alcohol ni recuerdos divertidos burlándose del culón por perder tan rápido y enfadarse con él o el juego por ello.
Suspiró agobiado, tomando asiento en su cama, frotando su rostro con ambas manos en un intento porque su memoria funcionase y recordar la causa de su reciente fallecimiento, una, probablemente, creativa y dolorosa, para así evitar repetirla y quizás aumentar sus posibilides de sobrevivir la próxima vez.
Cartman estaría furioso con él por dejarlo plantado. Le exigiría explicaciones o le echaría en cara lo mal amigo que es, cosa que en verdad no resultaba relevante para Ken, ya que conocía los motivos y tenía en claro que no era su culpa, después de todo, si quería divertirse con su castaño amigo. Sin embargo, le abrumaba el saber que para Eric esto era cierto, ya que no apareció ni avisó que no lo haría, tampoco daría respuestas certeras o un buen justificativo. Es decir, de verdad resultaría ser un mal amigo desde ese punto.

El ruído de la puerta al ser golpeada interrumpió la acongojante reflexión del chico, quien agradeció a quienquiera que fuese y dándole permiso a la persona del otro lado para ingresar en la habitación.

-¿Qué haces despierto tan temprano? -Preguntó un extrañado pelirrojo tan rápido como dio el primer paso dentro, cerrando la puerta tras de sí una vez en el interior del cuarto. McCormick lo observó unos segundos, desconcertado y sorprendido.

-¿Qué haces tú aquí? -Fue su "respuesta".

- No contestes devolviendo la pregunta. -Sentenció ligeramente molesto el judío, al momento que se quitaba la mochila y tomaba unos libros de dentro de la misma.- Vengo a traerte lo que hicimos hasta ahora en clase, ya sabes, para que no te retrases mucho...-
McCormick plantó su vista sobre Kyle unos segundos, incrédulo, para luego esnifar de un modo ruidoso y obvio.
-Huele a... Mentira. -Declaró finalmente, tomando los libros que le eran entregados.- ¿Hay algo que necesites, mi estimado Kyle?

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⏰ Última actualización: May 02, 2019 ⏰

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