Capítulo 13 - Obsesión.

2.2K 81 59
                                    

          

La alarma me despierta. Abro los ojos de repente.

Me los froto con pereza, entra mucha luz en la habitación.

Entonces reacciono.

Me giro bruscamente para mirar a mi lado en la cama. Está vacío. Me levanto rápidamente. Echo un vistazo por mi habitación, nerviosa, pero enseguida me calmo cuando veo colgada en la silla, su blusa negra.

"Menos mal... No se ha ido... Ha dormido conmigo..."

Me dirijo al espejo de mi cómoda y cepillo mi cabello. Salgo de la habitación.

Oigo ruido en la cocina, así que me dirijo ahí directa.

-          (Mir) – ¿Enserio que no quieres?

-          (Drogo) – Ya te he dicho que no.

-          (Mir) – Pues nada, tú te lo pierdes.

Llego a la puerta y me paro de golpe. La escena que me encuentro me hace sonreír con ternura. Mir tiene un plato enorme de tortitas de chocolate. Está sentada en la mesa preparada para empezar a comérselas. Frente a ella está Drogo, vestido únicamente con sus pantalones de cuero, desnudo en su parte superior. Echado hacia a atrás en el respaldo de la silla, con las manos dentro de los bolsillos delanteros del pantalón, y estirando las piernas por debajo de la mesa.

Enseguida giran su cabeza al oírme.

-          (Mir) – Buenos días – Me dice con un tono divertido mientras me guiña un ojo, felicitándome por haber conseguido mi propósito finalmente.

Suelto una risita ahogada y entro.

Me siento al lado de Drogo.

-          (Yo) – Buenos días. – Digo sonriéndole tímidamente.

El guapo alvino no me dice nada, solo ladea su cabeza para mirarme y levanta una ceja, vacilón, mientras me sonríe pícaramente.

-          (Yo ) - ¿Ya has desayunado? – Le pregunto arrastrando mi silla más cerca de él.

-          (Mir) – No quiere. Por una vez que he tratado de ser simpática con él... Le he ofrecido tortitas y dice que no.

Miro a mi amiga sorprendida, y después a él. Me echo a reír.

-          (Yo) - ¿Cómo puedes rechazar las tortitas de Mir? ¿Acaso no tienes hambre? – Bromeo.

-          (Drogo) – No me gustan las tortitas. Y menos si son de Mir. – Dice con tono orgulloso pero divertido.

Mir le saca la lengua.

-          (Mir) – Uy, qué afectada me siento... Ahora tendré que comérmelas todas yo sola... - Usa el sarcasmo.

Miro al techo riéndome. Estos dos se harán amigos algún día, pero su manera de picarse no cambiará nunca.

-          (Yo) - ¿Quieres otra cosa? ¿Un café? ¿Un vaso de leche? ¿Un chocolate caliente? ¿Fruta?

Drogo me mira, con su sonrisa de lado permanente.

-          (Drogo) – No, enana. No quiero nada. Gracias.

Me encojo de hombros.

-          (Yo) – Bueno... como tú veas.

Me levanto y me sirvo un tazón de leche con cereales.

Seis colmillos. Where stories live. Discover now