Capítulo 36 - Mystery Red lover.

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Estoy cepillando mi cabello frente al espejo mientras Lorie corretea por mi habitación totalmente feliz. La miro de reojo. Es increíble que esté tan alegre, realmente parece importarle más el hecho de saber que va a lucir como una princesa que el recordar que va a ver a Viktor de nuevo, el hombre que mató a toda su familia y también trató de matarla a ella.

Empiezo a estar algo más nerviosa, pero ya no por el hecho de conocerlo, sino porque todavía no ha habido rastro de Drogo, y ni yo ni ninguno de sus hermanos tenemos idea de dónde estará.

Me miro en el espejo y dejo el cepillo sobre mi cómoda. No puedo creerme que la fiesta sea dentro de tres horas. No puedo creerme que vaya a ser la única humana, totalmente rodeada de vampiros en un baile de máscaras.

Aparto mi cabello para mirar las marcas de los mordiscos de Peter y de Nicolae, del cual también llevo visible la del brazo.

Lorie se detiene a mi lado de repente y me sonríe.

- (Lorie) – Te quedan bien. – Me guiña el ojo.

Levanto mis cejas y la miro burlona.

- (Yo) – ¿Las cicatrices? ¿De verdad? – Suelto una risita ahogada. Sé que estaba bromeando.

Enseguida la niña vuelve a dar vueltas como una bailarina para hacer mover su precioso y carísimo vestido. El mío cuelga de una percha en la puerta de mi armario, también listo para el momento de ponérmelo.

- (Yo) - ¿Dónde es la fiesta?

- (Lorie) – En el Teatro Principal de Mystery Spell. En la sala de eventos. Es súper elegante, ya verás.

Me giro hacia la niña sorprendida.

- (Yo) - ¿En el teatro? ¿De verdad? Y... ¿Cómo han alquilado un edificio tan importante para una reunión tan... especial...? – Uso un tono sarcástico para mencionar esa última palabra.

Lorie levanta una ceja burlona.

- (Lorie) - ¿Te refieres a que cómo es posible que un grupo tan grande de vampiros vaya a hacer una fiesta en un lugar tan emblemático sin ser descubiertos? Fácil. Manipulación. Los originales siempre tienen cargos importantes para estar cerca de los que toman decisiones grandes.

Abro la boca y asiento. Es cierto. Viktor siempre ha trabajado cerca del gobierno, y por lo tanto, con su labia, su poder y sus amenazas, es capaz de mover muchos hilos a su antojo.

Vuelvo a girarme hacia el espejo y me miro fijamente, pensando.

- (Yo) - ¿Crees que Drogo vendrá...? – Digo con un hilo de voz preocupado.

Lorie deja de bailar y se detiene de golpe. Me observa unos segundos y finalmente asiente con la cabeza.

- (Lorie) – Sí. Sé que vendrá, debe hacerlo.

- (Yo) – ¿Y si no...? – Pregunto de nuevo bastante insegura.

- (Lorie) – Lo hará.

Suspiro y agacho la cabeza. En ese momento alguien llama a la puerta, Lorie corre feliz a abrirla, aunque sé que ya sabe de quién se trata... típico del olfato vampírico.

- (Lorie) – ¡Mira! ¡Soy una princesa! Mira cómo me ha peinado _______, ¿a que estoy guapa?

Me giro hacia la puerta de mi entrada para encontrarlo ahí. El guapo castaño ya lleva puestos sus pantalones de traje, de color azul marino muy oscuro, a juego con el perfilado de sus iris celestes, y ajustados a sus largas e impresionantes piernas. Lleva puesto un fajín de color negro que marca a la perfección su cadera. Su camisa es blanca pura, y el cuello mao le da un punto muy sexy, ya que además, la lleva semi-abierta hasta el cuarto botón. Los puños de sus mangas están complementados con un elegante volante muy fino que le da un toque muy formal.

Seis colmillos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora