Capitulo 12

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Capítulo 12.

—Estoy cansada. —musitó Charlotte, mientras se sentaba en medio de la escalera.

—Vamos, falta poquito. 

—No, tu cuarto está super lejos. —refutó ella, quedándose sentada en el décimo escalón de una de las escaleras dobles de aquella morada. Entonces Harry se agachó hasta ella, tomándola en brazos y subiendo las escaleras. Y como Charlie no tenía más ganas de caminar, no se quejó ante el accionar del chico. Ella tenía razón, faltaba un pasillo, otro, y en la última puerta se encontraba la habitación de Harry, y no era para menos, una de las recámaras más grandes la tenía el. Entraron al cuarto, y la colocó en la cama, mientras le quitaba los zapatos de tacón, y los dejaba a un lado de la cama.

—No sé como puedes caminar todo el santo día con eso. Es insufrible.

—La belleza cuesta.

—A mi no, me es bastante facil. —dijo el muchacho, sentándose en la cama cansado.

— ¿Vas a ir al sillón, verdad?

— ¿Tienes miedo que te viole?

—Vamos, vete. 

— ¿Así vas a dormir? ¿No estás apretada?

— ¿Estás insinuando que me queda chico mi vistedo? ¿Estoy gorda?

—No, claro que no, Charlie. Pero, se te marca todo, y bendito sea ese vestido, pero para dormir, no se ve muy cómodo.

—Bueno, es verdad, es un poco incómodo. —profirió ella, mientras el muchacho iba a su closet y sacaba una camisa blanca, y se la pasaba.

— ¿Solo esto? Dame algo para abajo.

—Es tan larga como el vestido que tienes ahora. —le refutó él, mientras ella se ponía colorada. La muchacha se dió cuenta, que no llegaba al cierre del vestido, y con pudor, se le acercó a él.

—Harry

— ¿Qué? 

— ¿Me ayudas? —preguntó, dándose vuelta y mostrando el cierre de su vestido. El chico, se mordió el labio inferior y suspiró como si se tratara de una prueba de doble riesgo. Este, con nada de dificultad, bajó lentamente el cierre de su vestido, hasta la parte de su cintura, pudiendo ver la espalda suave, tersa y desnuda de la chica, brillante como un diamante y tan deleintante como uno. —Gracias. —contestó, mientras se ponía la camisa, se la abotonaba, y luego baja su vestido hasta sus pies, lo colocaba al lado de sus zapatos y cartera. Tomó esta última, quitándose el anillo, la cadena, los aros y el reloj.

Se acostó dentro de la cama, mientras Harry se tiraba junto a ella como un saco de papas, Charlie lo miró asustada, mientras el ceño se profundizaba en su rostro.

— ¿Qué haces?

—Es mi cama, tengo mis derechos.

—Vete, vete. —dijo ella, empujándolo.

—Es incómodo el sillón, déjame aquí.

—Vete, ahora. —volvió a decir, empujándolo nuevamente, mientras ella se iba corriendo para tirarlo de la cama e ir ocupando el lugar que él ahora estaba invadiendo, pero cuando logró tirarlo de la cama, la tómo del brazo, y ambos calleron hacia el duro piso de madera. Ella sobre él, quedándose quieta como un mueble, y Harry observando a la chica que estaba sobre él.

— ¿Qué haces? ¡Suéltame! —le gritó Charlotte, mientras quitaba su mano de su brazo, e intentaba pararse, pero este fue más rápido, la tomó de la nuca y la besó con ferocidad, con rapidez y con astucia. Ella, al primer momento se resistió, tratando con todas sus fuerzas de separarse de él, pero luego se dejó llevar, provocando que toda su anatomía entrara en corto circuito, y que el calor inundara el clima de aquella habitacion. Las manos de ella, fueros aflojando la rudeza con la que estaba apoyada a su pecho, probocando que su palma, tocara delicadamente los hombros de él, y luego subieran hasta su cuello con suavidad, haciendo que su piel se erizara ante el contacto de la morena. A su vez, él aflojó la fuerza e iracidad con la que la estaba besando, llevando a lugares más tiernos y suaves, como los labios mismos de la muchacha, bajando su mano de la nuca de esta, hasta su espalda, y acariciando la fina tela de su camisa, sabiendo que el tesoro más grande de toda la humanidad, estaba debajo de esta.

Runway to hell. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora