Capitulo 17

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Capítulo 17.

— ¿Charlotte? —preguntó Harry, observando a la castaña, atravesando las puertas de su morada.

—Buenos días, Harry. 

—Emm... Hola. ¿Viniste porque me extrañabas?

—No, vine porque tu padre quería que le entregara unas carpetas. —le explicó la chica, mientras el señor Robert aparecía en escena. La muchacha, luciendo un vestido en corte corazón strapless, apretado al cuerpo de color negro, decorado con flores de diferentes colores muy delicado, zapatos de plataforma color coral y un sobre en su mano del mismo color.

—Buenos días, Sr. Styles. —dijo la muchacha, respetuosamente. —Acá está el informe del caso Richmore. Y las otras dos carpetas negras, las trajeron del forense y de la policía científica de Londres.

—Muy bien. Muchas gracias, Charlotte.

—De nada señor, y ahora si. Me retiro. Hasta luego, y que tenga buen día. —dijo ella, acercándose a la puerta, junto con Santana, la cual, le sonrió con dulzura y ella imitó el gesto. —Hasta el lunes, Harry. —se voltió al chico, mientras ella salía de la casa, donde un coche la estaba esperando.

El muchacho, tomó su campera y salió corriendo detrás de ella, la cual estaba por subirse al vehículo que la esperaba en la puerta de la residenciaStyles.

— ¡Charlie! ¡Charlie! —le gritó este, mientras ella suspiraba y se giraba a engrentar al muchacho. — ¿Tienes algo que hacer? —preguntó el castaño, volviendo a su postura de playboy.

— A decir verdad, si. Tengo el día ocupado.

— ¿Qué tienes que hacer?

— ¿Te importa?

— ¿Te estaría preguntando de no ser así? —inquirió, mientras ella frunció el ceño.

—Tengo que ir a la inmobiliaria.

— ¿Inmobiliaria? ¿Te vas a volver a París? —indagó con un nudo en la garganta, desesperado.

— ¿Qué? ¡No! Voy a buscar un departamento. Odio vivir en la escuela. A pesar de que tengo un cuarto más bonito que todas en la casa, pero... quiero vivir sola, no me gusta eso de compartir todo.

— ¿Puedo acompañarte?

— ¿Por qué querrías?

—Vamos, no seas antipática.

—De acuerdo. —contestó ella con recignación.

—Pero vamos en mi auto, así que sube. —dijo, señalando el auto plateado, aparcado al otro lado del jardín.

—Tengo remís.

—Sube, ahora. —anunció, mientras se acercaba a la ventana del chofer, le pagaba y salía de la residencia.

— ¿Cuánto le diste? Déjame pagarte.

—Por favor, Charlotte. Sube al auto. —dijo el muchacho abriendo la puerta del copiloto, y ella a regañadientes entraba. —Y ahora, espérame un segundo. —comentó el castaño, corriendo hacia la casa, y luego de unos minutos, bajó corriendo con algo en la mano.

— ¿Qué es eso?

—Cuando estuviste en casa la pasada noche. —dijo el chico, dejando su campera y lo otro que trajo consigo en el asiento trasero. —No te dije una de las cosas que también amo hacer, además de la música y pintar, y es la fotografía. —dijo este, entregándole la cámara a Charlotte.

Runway to hell. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora