Capítulo 18 "Que bonita familia tienes Andrew"

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Se despertó y la vio tumbada a su lado, no entendía como podía sentir tantas cosas por ella. ¿ Por qué solo ella había despertado ese sentimiento que él creía que estaba enterrado en lo más profundo de su ser? ¿ Por qué ella lo había elegido a él? ¿ Qué haría para nunca perderla?

Enterró su rostro en el hueco de su cuello y aspiró su aroma, su dulce y suave aroma que podía distinguir entre miles de personas. Habían hecho el amor toda la noche hasta caer rendidos, abrazos disfrutando del calor del otro.

Se levantó y aunque no quería salir de la cama tenía que ir a ver si todo estaba bien con Jacob. Al levantarse se dio cuenta que la puerta tenía llave, lo había olvidado, con razón no había despertado con un integrante más en la cama.
Se vistió colocándose unos pantalones deportivos y una camiseta ligera, salió de la habitación con cuidado de no despertarla y se dirigió a la habitación donde estaba su sobrino.
Entró y no lo vio en la cama, las mantas tampoco estaban así que empezó a asustarse , buscó en el baño, debajo de la cama y hasta en el closet pero no estaba.

¿Que clase de tío era? Rebecca lo había dejado a su cargo y era su responsabilidad. Abrió varias habitaciones contiguas, incluso fue al jardín y se cercioró que la reja de la piscina estuviera cerrada, nada.
Antes de ir a buscarla, decidió pedirle a Scott que lo ayudara a buscarlo así que abrió la puerta de su cuarto, se acercó a la cama a despertarlo pero vaya susto que se llevó al encontrar a Jacob y a Scott abrazados, claro está.... desparramados en la cama.

El alma le volvió al cuerpo, no se había dado cuenta que estaba conteniendo el aire así que lo dejó salir. Vio el reloj y sabía que a esos dos les quedaba mucho por dormir pero luego de ese susto prefería tenerlo en su cama en medio de Char y él. Lo cargó y salió de la habitación entrando nuevamente a la que ellos estaban ocupando, lo colocó sobre la cama y lo cubrió con las sábanas, se removió un poco pero segundos después volvió a quedarse dormido.
Se recostó a su lado y cerró los ojos sintiendo paz y tranquilidad, nunca había sentido esa angustia, esos minutos sin saber dónde estaba fueron los peores minutos de su vida.

Abrió los ojos y se dio cuenta que había dormido casi dos horas más, podía oír unas risitas, no tenía que esforzarse mucho para saber de donde provenían.
Jacob jugaba en medio de los dos tratando de despertarlos, sonrió y agarró entre su boca uno de los deditos que intentaba meter en su nariz haciéndolo reír a carcajadas.

— Tío Andrew mi dedo — se quejó exageradamente.

— Eso te pasa por despertarme — le dijo en tono de broma.

— ¿Puedo despertar a Char? — sonrió con inocencia, él asintió y vio como rodaba en la cama acomodándose para despertarla.

A punta de caricias y unos cuantos besos logró que poco a poco ella fuera abriendo los ojos. No podía evitarlo, aveces esas escenas lo ponían celoso. Ella abrió los ojos completamente, con una mirada tierna y somnolienta los observó a los dos.
Enamorado.... así lo tenia, cualquier gesto que hiciera lo enamoraba un poco más.

— Buenos días

— Buenos días Preciosa — se acercó para besar sus labios bajo la atenta mirada de unos grandes ojos café.

— Buenos días tía Char — musitó Jacob tirándose sobre ellos.

No podía creer la facilidad con la que ese pequeño robaba su atención, iba a comentar algo pero la mirada reprobatoria de su novia se lo impidió. Optó por mejor llamar a la cocina y pedir que les prepararan desayuno, ya iba siendo la mitad de la mañana y al medio día tendrían que salir a encontrarse con Carlo.

~

Caminaban por Blackpool Sands, Jacob se divertía tratando de no mojar sus pies con la olas mientras Andrew y ella caminaban agarraros de la mano por la arena.

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora