1.ESCONDIDA

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Ocultarme del mundo nunca fue complicado.
Nadie sabia de mi pasado, mi nombre no existía, solo era otra alma vagando por las calles de Liones .
Pero hay un pequeño detalle,desde que desaparecí los Caballeros sagrados había sido informados de la desertora del reino, era buscada y si me encontraban, la horca me esperaba. Tener información confidencial era un arma de doble filo.
La posada en la que me quedaría esta noche despejada y llena de estrellas, era humilde, los caballeros sagrados no se involucraban en estos sectores tan apartados del centro, era un lugar perfecto si tenias "problemas" con el reino.
Entre despacio quitándome la capa negra que cubría mi rostro , una señora regordeta me esperaba detrás del mostrador ofreciéndome una sonrisa.
-Señorita bienvenida a la posada de MAGLY en que la puedo ayudar- concluyo regalándome otra sonrisa.
-Solo necesito una habitación, por esta noche- dije buscando de mi pequeña bolsa dos monedas de oro.
La mujer me paso una llave gustosa y me condujo hasta donde seria mi refugio por una noche, esta se despidió al llegar a dicho destino, dejándome completamente sola.
Adentro era sencilla como lo imagine, solo tenia una cama pegada a la ventana, en la pared de la derecha había un pequeño escritorio y junto a este una silla, la vela estaba depositada en la superficie cafe para poder iluminar la pequeña habitación.
Me senté frente al mueble, estaba cansada, el día había sido agotador, seguía siendo una " blood " solo que ahora trabajaba para mi, buscaba la pista de los pecados, no tenia idea donde estaba el pecado de la ira aunque se rumorea que esta en un pueblo cercano.
Aunque hace muy poco escuche de algunos de los aldeanos que la tercera princesa del reino de Liones había escapado. Por el momento mi misión era recolectar información y controlar cierto poder que corría por mis venas.
Despejando de mi todo aquel ajetriado pensamientos, busque en mi bolso un pequeño libro, algo maltratado por el paso del tiempo pero aun así este servia para escribir sobre él, en cada hoja iba relatando el lugar y hora de los días, ademas de hacer un pequeño conteo de cuanto dinero me quedaba para seguir viajando.
Al terminar mi pequeño informe en la hoja amarillenta, decidí que era hora de dormir, ya que mañana tendría que salir de este lugar lo mas temprano posible y seguir mi búsqueda.

El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)Where stories live. Discover now