ELIÁN [Libro 1]

XXV

Gislena había despertado con un remedio casero que había hecho Todo Sabio, pero Elián seguía vagando en lo inconsciente. Iren se había encargado de explicarle a detalle todo lo que había pasado a Gislena, ella logró entender cada palabra.

—No sabía que sus poderes lo debilitaran tanto—.Miró Mineé a Iren. Este tomó un suspiro profundo y con su voz apagada respondió:

—Muchas veces intentó regresar al universo, se ha desmayado incluso en su mínimo intento.- Posó su mirada a Elián.- Su castigo es este, tiene todos sus poderes pero su cuerpo no resiste la fuerza de ellos.

Elián se levantó de golpe, tosiendo como si se hubiese ahogado. Iren y Mineé se levantaron de sus asientos y lo miraron con sorpresa, Gislena se le acercó corriendo.

-Tranquilo.

Le susurró Gislena al oído mientras jalaba la cabeza de Elián hacia su pecho en manera de protección. Elián cerró sus ojos y trató de calmarse poco a poco.

-Me encargué de Fraidh, Elián.

Inició la conversación Mineé, Elián volteó a verla sin despegarse de Gislena.

-¿Te llevaste su alma?

Cuestionó con una voz ronca y apagada. Mineé asintió con la cabeza y Elián suspiró de alivio.

-¿Estás bien?

Iren lo tomó del hombro, ahora tenía toda la atención de su hermano, quien se limitó a sólo sonreírle débilmente.

-Fraidh los engañó a ambos, hizo un títere humano para hechizar a Gislena y así poder romper tu corazón. Caíste en la trampa de Fraidh.

Añadió su hermana. Elián suspiró cansado, pero había escuchado cada palabra que había salido de la boca de Mineé.

-Te llevaste su alma, me da seguridad de que no saldrá de ahí.

Masculló Elián. Mineé quedó impresionada ante tan repentino cambio de pensar por parte de su hermano, aunque tenía miedo de que volviera al mismo plan.