Capítulo 12.- Final

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Llegó el gran día

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Llegó el gran día. La cocina estaba llena de vida y el restaurante repleto de comensales.

A final de cuentas, trabajaron todos como un equipo. Fue dirigido por el Chef y sus chicos, Nicole, Wilson y Tony.

Todos trabajaban muy bien y en perfecta armonía. Tony aclaró las cosas con Wil y le ofreció su amistad sincera, pues su corazón ya tenía dueño.

Por otro lado, este día era muy importante, pues los nuevos prospectos que querían invertir en el restaurante estaban entre los comensales.

Sin embargo en la cocina había un ambiente único, desde que Tony se volvió la pareja oficial del Chef, se le veía risueño y ya no ordenaba todo a gritos. Siempre que estaba a punto de perder el control, el castaño lo traía de regreso a como fuera, ya fuera con sus travesuras o con sus ocurrencias.

Elena llegó de visita sorpresa esa misma mañana, así que la ubicaron entre los comensales como invitada especial.

La jornada concluyó con éxito, los inversionistas eran al rededor de cinco y solicitaron hablar con el Chef para unirse y lanzar una cadena de restaurantes.

Mauro salió a hablar con ellos, cuando ya se había terminado la jornada laboral. Los  inversionistas quisieron que su reunión fuera así para que pudieran darse una idea de cómo era el flujo de comensales en un día.  Tony acompañó al Chef, llevando un delicioso pastel de celebración.

Apenas iba entrando hacia donde estaban las mesas y su hermana Elena saltó a estrujarlo por el cuello.

—¡Monstruo verde! —Ella lo abrazó emocionada.

Mauro sonrió de lado al ver de soslayo tanto afecto en ellos. Le daba gusto saber que su travieso estaba contento.

Tony caminó junto a su hermana para dejar el pastel, pero perdió su sonrisa al ver que en aquella mesa, donde cada hombre de negocios estaba con su respectiva pareja, estaba Belisa, con un entallado vestido negro.

Inmediatamente se miraron con odio. Tantos años habían pasado y ella seguía emanando esa mala vibra de siempre.

Belisa los miró con prepotencia, enarcó una ceja y sin que los demás se percataran, con un "Ups" dio un empujón a una copa de vino del hombre que estaba a su lado.

Mauro que recién se había sentado, se puso de pie para limpiarlo.

—Por favor Chef, no se moleste. Mejor que limpie su empleado —la chica señaló a Tony— usted está hablando algo importante con los socios.

Elena apretó los puños, pero Tony puso su mano en el hombro de su hermana en una silenciosa súplica de que se controlara .

—Yo lo limpio —dijo Tony y dejó el pastel en la mesa, luego tomó uno de los platos donde uno de ellos había comido y empezó a recoger los trozos de vidrio.

Tony, chocolate y picanteМесто, где живут истории. Откройте их для себя