Capitulo 58

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Ariadna era una persona muy tímida, distraída y con un serio problema a la hora de hablar. Sin embargo, a pesar de tener todas esas cosas en su contra era una persona muy inteligente, le encantaba leer y perderse en mundos completamente distintos que la hicieran olvidarse de la realidad y de cierto chico pelinegro que no podía verla ni en pintura. Nunca había entendido porque Damián era tan prepotente con todos y más con ella, en serio. Parecía que tenía un serio problema con ella pues cada que la veía parecía que quería tragársela viva (y no de linda manera) la odiaba y ella no podía entender el porqué.

—Por fin los perdí.— susurro para sí recargándose contra la estantería de libros en la biblioteca.

Se preguntarán ¿De quien te escondes? Bueno, desde el incidente en el que Damián prácticamente la había rebajado a algo más bajo que la basura, Celeste Gaunt y James Potter habían estado siguiéndola para según ellos "evitar la depresión segura que tendrás con chocolatinas y compañerismo" . Era extraño, Celeste era la chica más popular de toda la escuela sin embargo lejos de ser alguien arrogante o de mal carácter era amable y se preocupaba por todo mundo aún sin conocerlo (como en el caso de Ariadna) era muy bromista y por ello había tenido que evitar en 2 ocasiones que ella, su mellizo y su novio se vengaran de Damián haciéndole una broma pesada. Antes, había sido entretenido ver las peleas entre los mellizos contra los merodeadores pero ahora que los lideres se habían unido en pensamientos maléficos sabía que su chico no saldría librado de la situación. Celeste podía ser tierna y amable pero también era alguien peligroso con quien valía más no meterte. La castaña suspiro observando su bufanda con tristeza, había estado enamorada de Damián desde que estaba en primer año, el la había salvado con su sonrisa fácil y expresión de "yo te he salvado soy genial" ella sonrió, él Damián de su época era agradable. Cuando ella entró él había estado en tercero sin embargo él había reprobado un año (justo cuando pensó que se separarían) ella era menor que el, actualmente se encontraba en sexto año junto a los mellizos y James sin embargo ella era de la casa de Ravenclaw. Damián era de Gryffindor y era todo un enigma, no solo para ella sino para cualquier chica que estuviera algunos kilómetros a la redonda.

—¿Que haces?— ella salto en su lugar cuando escucho esa voz, al alzar la mirada se encontró con un par de ojos celestes que la miraban con atención.

—¿Eres Lorcan o Lysander?— preguntó con curiosidad, el rubio sonrió antes de sentarse a su lado.

—Depende de ti averiguarlo, nena.— respondió con tranquilidad.

—Hola Lorcan.— le dijo fastidiada por lo que el muchacho se comenzó a reír con alegría.

—¿Como estas? No te he visto los últimos 2 días.— comentó, saco una barra de chicles de su túnica y se lo ofreció —¿chicle?

Ella asintió y tomó una barrita poniéndola en su boca.

—Gracias. He estado ocupada salvando a Damián de su futura muerte.— comentó, Lorcan dejó de tararear contento antes de verla con confusión.

—¿Sanders? ¿Porque? ¿Qué pasó?— inquirió a toda velocidad.

—Lo qué pasa es que hace 2 días me dijo lo mucho que lo fastidiaba y Celeste Gaunt y James Potter estaban ahí por lo que le agarraron manía. Ya te imaginarás a los mellizos Gaunt y los merodeadores contra el pobre de Damián, tuve que estar atenta a lo que se traían esos 6.— explicó, Lorcan frunció el ceño.

—¿Como que te dijo que lo fastidiabas?— pregunto pareciendo que de todo eso fue lo único que había retenido el rubio.

Ariadna procedió a explicarle con lujo de detalles lo que había pasado, desde que tenía memoria siempre le dejaba el almuerzo todos los días en lugares obvios y se ocultaba para verlo recogerlos y comerlos. Desde que casi lo intoxica comenzó a practicar con los Elfos y ellos le cobraban al cocinar comidas extras que ella expresamente les pedía, como la italiana de hace 2 días. Ariadna había mentido ya que en realidad ellos no estaban preparando esa comida pero como la castaña había escuchado a Damián decir que le encantaba la comida italiana había querido hacerle una sorpresa. Había estado tan contenta parloteando con los elfos mientras ellos le preparaban su encargo, ni siquiera se imaginaba que la situación acabaría así. Con ella llorando como magdalena y los más bromistas de la escuela conspirando contra Damián por su honor.

Ella será mi pelirroja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora