Tener sentimientos por una persona es bastante complicado, sentir cosas por dos es absurdamente difícil, pero encima tener que lidiar con el acoso de un desconocido tercero... Jin deberá avanzar y tropezar sin saber cuál es el camino adecuado.
Taej...
El aire frío aún golpeaba contra mi cuerpo, después de todo tan sólo llevaba puestos los boxers. Debí haber tomado algo de ropa, de hecho aún podía, pero prefería pensar en cuanto frío hacía en vez de lo trágico de la situación.
Hubiera seguido así de no ser por los estrepitosos gritos provenientes de la habitación. —¡No! ¡No respira! ¡No está respirando!—gritaba aún con los ojos cerrados y el cuerpo temblando.
Corrí hacia él, lo tomé entre mis brazos todo lo rápido que pude; su cuerpo tenso y sudoroso no paraba de temblar. Apreté mi agarre, pero él simplemente parecía estar perdido en sí mismo.
Dolía en exceso tenerlo así, temía tanto por él que no noté el momento exacto en que mis lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, cayendo sobre su hombro. Fue la tercera gota derramada en su piel la que al fin lo hizo volver en sí e inmediatamente sus manos se posaron en mi cintura con cierta duda y necesidad al mismo tiempo. —Deberías aborrecerme—dijo con un tono tan desolado y triste. Fue lo único que dijo antes de deshacerse en amargos sollozos.
Intenté decir algo que calmara su pena, no obstante mi voz quedó atrapada en las quebraduras que su llanto estaba provocando en mí. Se suponía que debía ser fuerte, sin embargo mi cuerpo estaba temblando de la misma manera que el suyo.
—No. Te quiero, simplemente eso puedo sentir... eres tú quien debería odiarme... fui yo quien te involucró en esto, es mi culpa que te encuentres así. Por favor perdóname—mi voz apenas audible a causa del llanto.
Sentí alivio cuando me estrechó tan fuerte entre sus brazos que resultaba casi doloroso, que importaba, al menos así sabía que era su apoyo.
Mi mente comenzó a divagar sobre el conjunto de situaciones que nos trajeron hasta allí: malas decisiones, responsabilidades erróneas y caprichos que trajeron consigo amenazas, lágrimas, dolor, confusión, mucha confusión. Pero no podía olvidar que también me llevó a conocer personas increíbles que en su mayoría, de alguna manera u otra me dieron maravillosos momentos.
Ahora me pregunto si ¿eran lo suficientemente buenos como para compensar esto?
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Tiempo atrás
JIN El viaje me pareció tres veces más largo de lo que realmente fue, ya que no pude dormir, estaba muy emocionado y nervioso como para poder hacerlo.
Aún siento esa cosa en el estómago retorciéndome llamada ansiedad. —¿Crees que vaya a disculparse?— pregunto a Yoongi que se encuentra sentado junto a mí mientras vamos en el taxi camino a su casa primero, donde se quedará dejándome sólo con mis nervios en este vehículo. —Lo dudo. Aunque si lo hace tendrá que ser una disculpa magistral. Qué clase de padre manda a su hijo al otro lado del mundo alejándolo de su familia y amigos sólo porque no puede soportar que sea homosexual— dice con la mirada aún en la ventana.
Suspiro. Yoongi tiene razón y eso no me hace feliz. ¿Por qué se lo había preguntado de cualquier manera? no era como si podría responder algo que calle mis nervios. Después de todo Yoongi es Yoongi simplemente.
