Tener sentimientos por una persona es bastante complicado, sentir cosas por dos es absurdamente difícil, pero encima tener que lidiar con el acoso de un desconocido tercero... Jin deberá avanzar y tropezar sin saber cuál es el camino adecuado.
Taej...
Taehyung Meto una pastilla en mi boca probando su profundo sabor a metal, al principio me sabía fatal, aún lo hace, pero lo prefiero a no pegar el ojo en toda la noche o hacer estupideces.
Sigue rondando en mi cabeza la noche que pase con Jin... y Jin simplemente. El punto es que curiosamente esa noche no las tome, el frasco estaba en mi bolsillo y pese a ello no las ingerí, no recorde que las necesitaba. Jin se quedó dormido sentado en una posición que de seguro al día siguiente le daría dolor de espalda, así que sin pensarlo lo puse en mis brazos y lo subí al sofá, no me sentí lo suficiente coordinado para poder llevarlo hasta el piso de arriba. Lo deposite con calma y espontáneamente me acurruque a su lado, él se cernió suavemente impregnandome de su buena fragancia; aún no lavaba la camiseta de ese día no sé si era por pereza o por evitar que su aroma desaparezca... es por vagancia, la otra razón es demasiado patética para ser considerada.
Regresando al tema anterior, después de acomodarlo sobre mi brazo me dediqué a observar su cara que transmitía una paz y vulnerabilidad que nunca antes había visto, logrando que mis músculos se destensaran de a poco... y me deje ir, dormí como si me hubiera tomado tres de mis tabletas.
¿Fue por la gran cantidad de alcohol que cosumí? De ser así tengo que embriagarme más a menudo. «Jin» pensar que él influye es bastante tonto, aunque últimamente ni yo reconozco mi mente; hace menos de dos horas le prometí devolverle el empleo a personas en las que no había vuelto a pensar siquiera, pero eso es lo de menos, le dije que era muy adorable, apenas esas palabras salieron de mi boca quise golpearme.
A que venían esas palabras empalagosas que se colaron sin pasar por el filtro de mi personalidad, eso me altera más, no poder controlarme cuando lo tengo cerca, no a mi boca, no a mis manos, acaricie frente y cabello sin ningún tipo de segunda intención sino por el simple hecho de querer tocarlo. Por no hablar del leve sismo interior que sentí cuando escuché su risa, por la mierda si no me dejó jodido.
Necesito follarme al mocoso cuanto antes. La repercusión al alargar esto no me suena bien.
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Jin Contemplo el número de Jungkook en la pantalla dandole a cancelar llamada antes de que suene el primer tono, es la tercera vez que intento llamarlo desistiendo en el último segundo.
Llamarlo sería muy egoísta de mi parte. Suspiro por décima vez y me guardo el teléfono.
Alzando la vista veo a Mirya sentarse frente a mí al otro lado de la mesa; mostrando su blanca e impertinente sonrisa. -Hola Seokjin o ¿Debería decir primo?-saluda soberbia.
La miro sin ser capaz de responder, aún no asimilaba la idea de que Namjoon se haya fijado en ella y peor aún que tenga deseos de contraer matrimonio con esta víbora de piel resplandeciente. Ignorandola por completo me pongo en pie y me voy a donde sea, no importa con tal de no estar cerca suyo.
-Que diría Namjoon si viera como me tratas-me está siguiendo, camino más rápido en un intento de dejarla atrás a lo que ella para y exclama molesta-: De seguro no te volvera a hablar cuando le cuente que eres un grosero y que siempre intentas hacerme menos en la universidad... además de que intentaste golpearme.
