3.

3.7K 310 44
                                    

~Hermione~

No se cuánto estuvimos allí. El tiempo parecía estar en pausa y las frías manos de Draco se habían transformado en llamas ardientes y doradas que me hacían sentir protegida.

—No me quiero ir nunca, siento cómo si fuera de nuevo yo. —Nos detuvimos a beber un poco más. No sabía lo que tomaba, pero no estaba mareada, no me sentía borracha. Estaba tranquila, casi feliz.

—Bebe hasta que te lo creas, Granger. — respondió irónico Draco mientras pedía otra ronda al elfo que nos miraba sin expresión en el rostro. Aún no sabía nada sobre el lugar donde estábamos, pero todo era mucho mejor estando ahí.

—Quiero que también sea mi hogar.

Malfoy tosió el poison rabbit un par de veces al escucharme.

—Tu hogar son tus amigos... Potter y la comadreja.

—Mi mejor amigo y mi novio. —corregí y él inmediatamente puso una mueca de asco. Reconocible aún detrás del velo de mi locura.

—Debo llevarte de vuelta antes de que amanezca. —respondió secamente.

—¡Pero ya estoy bien!

—No, aún falta mucho para eso, solo quitaste un poco de mierda del camino, pero te sentirás igual de mal en cuanto los veas.

—¿Entonces porqué no puedo quedarme aquí? —pregunté inquieta. Tenía miedo de que tuviera razón y en cuánto llegara San Mungo todo volviera a estar mal.

—Porque esto solo es una medicina y si tomas demasiado puedes volverte adicta o resistente y ambas cosas no son buenas para ti. —explicó cómo lo haría un maestro a su pequeña alumna.

—Me dijiste que viviera aquí contigo.

Malfoy no respondió, se acercó a mí y tomándome del brazo nos hizo aparecer.

No supe nada de lo que ocurrió después, no tenía idea de cómo me regresó a la habitación; cuando desperté ya era de día y mi ventana se encontraba cerrada. Tenía el libro de psicología entre los brazos y Luna acomodaba otras flores en la mesa junto a la cama. No mas rosas, gracias al cielo.

—Buen día dormilona, ¿cómo estás?

—Yo... no lo se.—Me sentía extraña, como si el cuerpo me pesara. Lo que había ocurrido durante la noche, parecía solo un sueño. Preguntar a Luna no ayudaría, si había pasado entonces solo Malfoy y yo lo sabíamos.

—Hace un rato vino Harry, pero no quiso interrumpir tu sueño. Le diré que entre, ¿esta bien?

—Sí. —inmediatamente recordé lo que dijo Malfoy, si veía a Ron o Harry volvería a sumergirme en las tinieblas de mi cabeza. Quería comprobarlo.

Harry entro lentamente, primero asomando la cabeza. Cuando me giré a verlo me regaló una enorme sonrisa, sus ojos verdes destellaban fuertemente.

—Herm. —Entró por completo. Me levanté con dificultad de la cama y él se sentó frente a mí, con miedo evidente puso su palma sobre mi rodilla.

Estaba nuevamente con el uniforme del hospital y llevaba el cabello sujeto. ¿Mi noche con Draco Malfoy habría sido solo mi cabeza confundida?

—¿Cómo te sientes?

—Bien, estoy mejor. —respondí insegura.

—Que alegría, eso es una buena señal. No sabes cuánto gusto me da. Necesito que te recuperes muy pronto porque me encantaría que estuvieras fuera en unos meses.

—¿Por qué?

—Te extraño terriblemente. Hay tanto que quiero que veas y todos los demás también te extrañan mucho.

MedicateWhere stories live. Discover now