La vida en el año 2089 ha cambiado completamente. Todo ha evolucionado, y no solo la tecnología y la ciencia.
También los humanos.
El 90% de la población mundial está compuesta por humanos genéticamente normales. Sin ninguna modificación ni alteraci...
Dedicada a reflexiones_sinceras , visiten su obra de "Isla Salutem" los que os gusten el género de acción.
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Narra Reese
Dos guardias me empujaron dentro de un cuarto pequeño, oscuro, y vacío. Me giré mirando con furia a Sean.
-Ya podéis iros-dijo, y los guardias le obedecieron.
Sean entró en el cuarto cerrando la puerta detrás de él. Me eché hacia atrás desconfiada.
-Reese, lo siento. De veras.-susurró con tristeza.
Alcé una ceja sin comprender.
-Sean, no quiero estar aquí. No quiero esto.
-Lo sé, pero es necesario. Te juro que tengo razones para esto-se acercó más a mí.
-¿Qué razones?
-No te puedo decir nada-bajó su mirada hacia el suelo-. No todavía.
-Sean-le llamé.
Éste me miró, esperando a que hablara. Pero no hice eso.
Dando grandes zancadas, me acerqué a él, para alzar mi puño y estamparla en su rostro. El pelinegro me miró asombrado y enojado sosteniendo su mejilla derecha con una de sus manos.
-Púdrete, Sean-grité antes de que él se marchara cerrando la puerta con fuerza.
Y entonces, me quedé sola. Miré a mi alrededor. Estaba rodeada de cuatro paredes de metal, y una puerta también de metal en la que apenas tenía una ventana. Apoyé mi espalda en la pared, mientras tapaba mi boca con una mano y comenzaba a llorar.
Aquello me superaba.
Me senté en el suelo aún llorando.
Mi vida era un desastre. Dieciocho años para sufrir. Dieciocho para no saborear la vida.
Era huérfana, sufrí acoso escolar, mi tía me traicionó, y para rematarlo, tenía que ser inefable para que me encerraran en un estúpido centro lleno de personas falsas con el objetivo de asesinarme tras hacérmelo pasar mal con sus dichosas pruebas "Sencillas y rápidas".
Apreté mi mandíbula dejando de llorar y limpiando mis lágrimas con mi mano. Cogí una bocanada de aire, con la mirada apagada. Ya bastaba de ser débil. Era hora de cambiar, de ser otra Reese.
"¿Reese?"
La voz de Noah en mi cabeza me sobresaltó. Inmediatamente me puse de pie con el pulso acelerado.
"¡Noah! Estoy metida en un... lío"
"Intente hablar contigo antes, pero no podía. ¿Estuviste dormida o algo"
