Capítulo 37 | La verdad

1.9K 203 79
                                    

Dedicado a JNorori, gracias por leer Inefable y disfrutar de la obra.

Dedicado a JNorori, gracias por leer Inefable y disfrutar de la obra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Narra Noah

—¡Derek, abre la puerta!—grité mientras entre Reese y yo sosteníamos a Sean.

Éste me miró confundido y con la mandíbula tensa.

—¿Pero qué..?

—¡Ahora!—gritó Reese.

Derek cerró su boca formando una línea con sus labios y corrió hacia la puerta de la cabaña para abrirla. Después, vino hacia nosotros para ayudarnos con Sean, quien seguía con los ojos cerrados y respirando con lentitud.

En cuanto ingresamos en la cabaña, nos dirigimos hacia el salón para dejar a Sean en el sofá. Éste abrió un poco los ojos parpadeando lentamente.

—¿Qué está pasando? Os hemos oído gritar—dijo Malcom apareciendo junto a todos los demás.

April arrugó su frente y su mirada se convirtió en una llena de odio.

—¿Y éste que hace aquí?

—Tranquila, April—hablé intentando mostrarme calmado. Aún me dolía la cabeza, y con las pocas horas que logré dormir, no podía sentirme bien del todo—. Sean está aquí, porque en cuanto le ayudemos, nos contará todo.

—¿Y como estáis seguros de eso?—preguntó Jayden cruzándose de brazos.

Reese dio un paso hacia delante.

—Hace unos minutos, Noah y yo estuvimos dando un paseo en el bosque. Mirando el cielo, vimos como una cosa...

—Una nave—corregí poniendo una mano en mi boca mientras relamía mis labios.

—Una nave—continuó Reese—, cayendo desde el cielo hasta el interior del bosque. La explosión sonó demasiado cerca. Y varios minutos después, nos encontramos con Sean herido.

—Lo único que dijo era que...

—Ellos vienen—me cortó Sean con la voz quebrada como si le costara hablar—. Van a cumplir con su amenazas y...—paró de hablar cerrando con fuerza sus ojos con una mueca de dolor mientras apretaba su agarre en la herida que había en su abdomen.

—Luego se habla—intervinió Irina acercándose a él—. Hay que ayudarle.

—O le podríamos matar—dijo April mirándole fijamente.

—¡April!—gritamos Reese y yo a la vez.

Ella rodó los ojos bufando.

—Chicos, que alguien me traiga mis cosas. Necesito ver su herida, limpiársela, y si es grave, coserla. Espero tener sedante o morfina por ahí.

INEFABLE © 2018 (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora