La vida en el año 2089 ha cambiado completamente. Todo ha evolucionado, y no solo la tecnología y la ciencia.
También los humanos.
El 90% de la población mundial está compuesta por humanos genéticamente normales. Sin ninguna modificación ni alteraci...
De nuevo, disculpad los errores, no he podido revisarlo bien. De todas maneras ya se corregirá. Si veis algo, comentadmelo pls.
Nuevo vídeo ⇧⇧⇧, Jaypril en su puro estado. No salen mucho en este capítulo pero sí en el siguiente.
Capítulo dedicado a EliMedd, gracias por tu apoyo❤
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Narra Reese
Su voz me incitaba a la violencia. Me ponía nerviosa y furiosa a la vez. Axel se esperaba de mí un "sí", todo indicaba que al final, por el bien de Noah y por las dos murallas que tenía a cada lado asfixiándome, aceptaría cualquier cosa que me propusiera.
Intenté pensar. Intenté mantener la calma, planear algo lo más rápido posible, como solía hacer siempre Noah en situaciones difíciles. Pero me costaba y mucho.
—Reese, cariño, soy un sombra ocupado. Tengo un planeta al que dominar.
Abrí mis ojos ladeando la cabeza ligeramente a la vez que le fulminaba con la mirada, transformando mis ojos como señal de advertencia.
—No te recomiendo intentarlo, Haynes—habló Zac sonriendo y apretando más su agarre en el arma.
Ante el movimiento, Noah tembló por un segundo.
Tragué saliva tensando mi mandíbula.
“Noah”
“No pienses en mí ahora, por favor”
—No puedo—susurré con los ojos cristalizados.
Noah me miró de reojo.
—Venga Reese—Axel me sujetó con fuerza el brazo haciéndome daño y acercó su rostro a centímetros del mío—. Ahora, dilo.
Suspiré sintiendo como una lágrima se deslizaba por mi mejilla con lentitud.
Mi mente se encontraba en blanco. Y eso me frustraba porque literalmente estábamos en una situación de vida o muerte.
De repente, en medio de toda la tensión, apareció Exen detrás de Zac. Axel se percató de ello y se alejó de mí sin apartar su agarre de mi brazo.
—¿Y entonces?—le preguntó.
Miré a Zac, quién ni siquiera se había dado la vuelta. Seguía concentrado en su objetivo de amenaza: Noah.
