Capítulo 11

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Analicemos por un segundo lo que es la adrenalina, cómo se siente dependiendo de la situación y cómo puede hacer reaccionar a una persona

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Analicemos por un segundo lo que es la adrenalina, cómo se siente dependiendo de la situación y cómo puede hacer reaccionar a una persona. Ahora, analiza igualmente -y de manera totalmente objetiva- qué ocasionan los sentimientos en y hacia una persona.

¿Listo? Teniendo estas definiciones presentes en tu mente, podrás comprender perfectamente el órgano vital bombeando sangre en el cuerpo de Ittoki, a una velocidad que hacía doler su pecho, con sus mejillas quemándose y sus ojos solo podían escocerle en medio de la inyección de sangre en que se encontraban, con todas las lágrimas emergiendo de ellos.

Sus manos temblaban, y todo su cuerpo era recorrido por escalofríos; y enseguida se tocó el pecho, sabiendo bien lo que su corazón quería para dejar de sentir aquel frío vacío que lo surcaba. Una sonrisa se formó en sus labios, y se levantó de su asiento.

Sus amigos lo miraron extrañados, — ¿Ikki? —alzó una ceja Ren, mirando las acciones del pelirrojo.

— ¿Qué pasa? —habló Ryo, mirando confundido la reacción de Ittoki.

Llenó sus pulmones de aire, antes de que toda su voz se concentrara en un solo grito, en medio de todo el bullicio, de todos los corazones llenos de emociones, de todos los sentimientos que chorreaban del lugar; el corazón de Ittoki se hizo ver entre todo y todos.

¡Te amo, Ichinose!』

Y el corazón de Tokiya fue quien lo reconoció. Sus ojos azules se abrieron, viendo con incredulidad al pelirrojo entre las penumbras. Y enseguida lo sintió; un sentimiento tan fuerte que acabó por terminar de romper esas barreras, cada silencio, cada mirada seria, cada palabra insensible, cada 'aléjate de mí'.

Y ese sentimiento lo hizo ver lo mucho que a Otoya le estaba entregando. Lo hizo ver lo peligroso que era darle todo a una sola persona, sonrió con el micrófono en mano, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr por él.

—Yo también, Ittoki. —su voz suave retumbó en todo el escenario, todas y todos los fans se callaron al instante, estupefactos, mientras Ittoki se abría paso entre las sillas de las primeras filas, sin importarle a quién pisaba.

Todos abrieron sus ojos con sorpresa al ver a Ittoki subir al escenario.

Todos se sorprendieron enormemente al ver a Tokiya ordenándoles a los guardias que lo dejaran subir, y le tendió su mano para ayudarlo a dejarse ver en el escenario, alumbrados por la luz magenta y rosada.

Y todos contuvieron la respiración al ver sus labios juntarse, para luego abrazarse con fuerza.

Y el silencio que allí reinó fue interrumpido por un eco de aplauso eufórico.

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Melodía Sin Teoría ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora