Capítulo 4

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15 de enero del 2017.

Abro la puerta viendo al mismo hombre que no conocía hace unos años atrás, el cual me sorprendió al mostrarme un enorme ramo de rosas rojas que tenía escondido en su espalda.

Josías.

Recuerdo muy bien ese día, no tenía ni idea de que mi madre había estado saliendo con ese hombre solo lo entendí cuando vi las rosas creo haber pensado "Esto debe ser una jodida broma" o algo por el estilo, en fin, Josías es el novio de mi madre desde ese entonces y en realidad me agrada mucho.

—Hola Val —Dice saludándome con un beso en la mejilla—, me olvide las llaves de nuevo.

Sí, él vive con nosotras desde hace unos meses.

—No te preocupes yo voy de salida junto con Esther —Aclaro mientras él entra a la casa y yo salgo—. Mamá fue por las compras de la casa.

—De acuerdo —Cuando me dispongo en cerrar la puerta él me detiene—. Cuídate Val.

Sonrío.

—Claro, Josías.

Se despide cerrando la puerta, él realmente se está esforzando en que tengamos una buena relación y la tenemos porque él es muy amigable y me gusta cómo trata a mi mamá. Camino hasta lo que es la parada de autobuses que está a dos cuadras de donde vivo acomodo mi cartera que es de esas que usas de costado pero yo la mantengo en mi frente para sacar mis caramelos de leche que tanto me gustan.

Al llegar a la parada me siento y saco mi libro nuevo de mi cartera, no me sorprende para nada estar en la mitad de este siendo que lo compre ayer, me encanta leer y cuando una novela es tan atrapante como está la devoro en segundos. Mientras espero a mi mejor amiga leo y en realidad no noto cuando ella llega hasta que siento que me zarandea.

—Hey chica lectora, ya llegue.

Cierro mi libro encontrándome con sus ojos mieles que me miran divertidos, todavía es algo raro verla con su cabello hasta los hombros.

—Hola, estaba leyendo —Digo levantando mi libro para luego volver a guardarlo—, este es realmente bueno.

Ella rueda los ojos.

—Sí, para ti todos son buenos.

Sonrío mientras me levanto y ambas caminamos con los brazos entrelazados.

—Y dime ¿Por qué me llamaste con tanta urgencia?

Pregunto unos vez que nos sentamos en las sillas de la cafetería más cercana, ella es una floja que no le gusta caminar. Al contrario que yo. Desde hace unos años me mantengo en una dieta equilibrada y hago mucho ejercicio incluido caminatas, gracias a eso ya no soy la gorda de hace tiempo, soy una chica normal y delgada hasta creo que soy más delgada de lo que debería.

—Tú sabes que he estado en el coro ya sabes por las clases extracurriculares —Asiento con la cabeza—, pues todos dicen que lo hago bastante bien.

—Y lo haces —Digo sonriendo. Mi amiga tiene una muy buena voz de eso soy testigo ya que cuando viene en casa yo me encargo de tocar la guitarra y ella cantar.

—Quiero ir al casting de I sing to fame —Suelta de pronto y yo la miro con los ojos abiertos.

Arrugo el ceño.

— ¿Por qué quieres ir a ese programa de mierda?

Ella rueda los ojos.

—El programa es bueno, no es mi culpa que en el jurado esté un reverendo idiota.

I Sing To Fame.Where stories live. Discover now