Capítulo 7.

1K 76 4
                                    




—Tu castigo del día número uno será podar el pasto —Ella palmeo mi espalda como si estuviera transmitiéndome fuerza para lo que se me venía —. Suerte cariño iré por algo de helado.  

Vi como mi madre me sonrió, luego observe como subió al auto y terminó marchándose. Mire el frente de casa y la podadora que tenía al lado, luego levanté la cabeza y por poco quedo ciega, cada vez hace más calor en Los Ángeles.  

Haciendo una mueca encendí la podadora y me puse a trabajar. Aunque esto terminaría matándose seguía contenta, el día de ayer había logrado entrar al programa de I sing to fame, todavía parecía algo irreal y muy lejano. Esther lo logró, claro que lo hizo. 

Cuando terminó su canción, mi madre y yo estábamos cruzando los dedos para que pueda entrar al programa, Lydia fue quien dijo un ¡Si! Apenas terminó la canción pero luego para desgracia nuestra John dijo que no, sus palabras fueron las siguientes. 

"—Tienes una voz preciosa, pero hay algo que no termina por convencerme. Así que es un No de mi parte." 

Quise subir al escenario e ir directo a la mesa de jurado para estrangular a Stars pero para suerte nuestra Isaac Wesley habló. 

"—No sé de qué habla Stars, yo si quiero verte de vuelta, Es un sí de mi parte. Bienvenida al programa." 

Si, lloramos. Estábamos tan felices de que por una suerte divina entre miles de personas quedamos entre los cincuenta. Mi madre luego de eso nos llevo por un café, ahí comenzaron a burlarse nuevamente de mi estúpida manera espantosa de mentir. Y seamos sinceros ¿Belle Corleone? Dios, me inventé el peor nombre y apellido de la historia. 

Mire el resultado, el pasto estaba muy bajo y tardaría en crecer de nuevo, exhausta guarde la podadora en el garage y busque el rastrillo para juntar toda la basura. Luego de esto voy a tener la cara roja como un tomate, pero luego de un baño prepararla una jarra de terere* y estaría muy contenta.  

Mi madre no es estadounidense, es paraguaya y algunas tradiciones las mantiene en casa. Me enseñó a hablar en español pero para ser sincera no hablo muy bien y prefiero guardarmelo para mí, ella vino a Estados Unidos por trabajo y terminó con mi padre... que nos abandonó.  

Alejo esos pensamientos de mi cabeza y continuó con mi trabajo, una vez que terminó tiro la basura en una bolsa que va directo al contenedor. A lo lejos veo a Esther caminar en mi dirección dando saltitos. 

—Veo que tu madre hablaba enserio sobre el castigo. 

—Te lo dije hoy en el colegio, ella nunca miente sobre sus castigos. 

Ella hace una mueca. 

—Menos mal vine cuando terminaste. No lo tomes como algo personal pero no quería ensuciarme. 

Rodé los ojos. 

—Bien, porque mientras me ducho vas a preparar tereré.  

—¡Bien! Amo que tu madre consiga yerba* y amo más que me hiciera probar esa delicia. 

Me río, ambas nos adentramos a la casa y yo voy directa al baño. Esther va a la cocina así que me apresuro en ducharme y me pongo solo un vestido azul que uso mucho. Bajo las escaleras y la encuentro en el sofá tomando tereré. 

—Gracias por esperarme —Digo rodando los ojos. 

Me extiende la guampa y me dejó llevar por el frío sabor. Sonrío.  

—Le pusiste limón.  

—Sé que te gusta. 

Le mando un beso en el aire. 

I Sing To Fame.Where stories live. Discover now