Capitulo 4

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En el templo Hikawa Rei barría las escaleras del templo, después se dispuso a barrer el patio, sin percatarse que una pequeña de cabellos rojos la observaba a lo lejos, Rei pensaba en Nicolás, le echaba de menos, (días después de su partida descubrió que lo extrañaba), extrañaba su presencia al verlo todos los días caminando allí, y se sentia vacia sin el, levanto la vista desearía volver a verlo, sabía que regresaría pero cada dia se le hacía eterno, decidió que cuando regresara hablaría con él después de todo aquello, descubrió que sus sentimientos de Nicolas para con ella, no le eran indiferentes se preguntó ¿Cuando volveria lo echaba tanto de menos?, siguió sonriendo mirando al suelo de repente escucho pasos aproximarse levantó la vista y allí lo vio estaba enfrente de ella con una cálida sonrisa, sin querer soltó la escoba de sus manos, cosa que no paso desapersivida para  la pelirroja sonrió

—Nicolás— susurro

—Ya regrese, fue un viaje largo pero bueno aquí estoy— el castaño le sonrió y la miró sus ojos desprendían un brillo estaba tan feliz de volver a ver a la pelinegra, a lo lejos la niña de cabellos rojos los observaba no le gustaba para nada aquella mirada que se daban esos dos y lo que le había desagrada en lo absoluto fue descubrir que la chica Rei no le era indiferente a aquel chico castaño cuyo nombre aún no sabía ¿Cómo era posible que esos dos se gustaran? tenía que hacer algo al respecto antes de que pasara otra cosa, ¿Un beso? claro que no lo evitaria a toda costa, alzó la mirada hacia arriba del árbol que estaba situado cerca del arbusto donde se ocultaba, escucho un zumbido y volteo a buscar de donde surgía aquel subido, entonces lo vi allí en aquel árbol había un panal de abejas sonrió con maldad, ya se le había ocurrido algo.

Rei estaba tan feliz de volver a ver a Nicolás habían estado lejos unos días pero a ella se le había hecho una eternidad, de repente escucharon caer algo Nicolás volteo atrás de él un panal de abejas había caído detrás de él, esperen... ¡Un panal de abejas!, Nicolás salió disparado corriendo mientras los insectos lo perseguían Rei trato de ayudarlo pero corria a todos lados corrió dentro del templo y salió apresurada con un cenicero soplo y salio humo cosa que ocasionó que las abejas se atontaran (un poco) con el humo y jalo a Nicolás dentro del templo.

La niña pelirroja a trepada en el árbol se reía, había conseguido lo que quería, se había trepado al árbol y cortó con cuidado aquella rama de donde colgaba el panal de abejas claro alguna de las abejas le había picado pero no le molestaba aquel ardor que había producido aquel insecto si había conseguido lo que quería separar a su amada madre de aquel tipo, un chico que no era su padre y se encargaría de alejarlos pasara lo que pasara, se acercó al templo y para su desgracia descubrió que su plan había un funcionado solo unos minutos pues Rei trataba de ayudar a nicolás con algunos piquetes de abeja tenia un ungüento en sus manos para aplicarlo a Nicolás sobre las picaduras y estaban muy cerca, ¿Como no pudo pensar que podría pasar algo como aquello?, qué torpe había sido ahora debía idear un nuevo plan.

Nicolás al ver a Rei preocupada por él sentía como miles de mariposas revoloteaban dentro de él y se atrevió a romper aquel silencio

—Rei, se que tu no tienes sentimientos por mi, pero, aun asi te amo y desearía que algún dias pudieras salir conmigo— hablo avergonzado el chico

—Durante el tiempo que no estuviste me hiciste falta Nicolás— se sincero la pelinegra —Y yo si Nicolas me gustaria salir contigo, me gustas

El castaño quería soltar un grito de emoción y entonces se atrevió a preguntarle;

—Se que es apresurado pero ¿Te gustaria ser mi novia Rei Hino?

—Sí— respondió la pelinegra el castaño la abrazó y ella le correspondió aquel abrazo

Tokio De Cristal (El Futuro De Las Sailors) [Pausada Temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora