Issues ||2||

Douze

 
                              |12|

"I'M JUST NO SURE WHETHER MY HEART IS WORKING AND YOURS IS BEATING DOUBLE TIME AND DEEP    DOWN."

-¿Estás bien?-me pregunta Rebekah de pronto.
-Claro-asiento- Solo estoy pensando.
-No puedes morir, eres mi única amiga-me dice sonriendo apenada.
-No voy a morir, es más quizás cuando vuelva te canses tanto de mi presencia que quieras matarme.
-No lo creo-se acerca hasta mí y me envuelve en un abrazo.
-No hagamos de esto un drama, no es un adiós, ¿lo sabes verdad?- ella asiente.
-Eso espero- me da una última mirada y después deja volar su mirada hasta la puerta - Creo que debo irme.
-Sí...con lo que me ha costado despedirme de Klaus, creo que unos minutos más y le tendré aquí de nuevo.
-¿También lo ves cierto?
-¿El qué?
-También ves más allá de lo que él demuestra ser, ves algo bueno.
-Lo hago-asiento- Por eso estoy aquí.
-Vuelve pronto- dice ella en un susurro para abrazarme de nuevo y después desaparecer por la puerta.
-Supongo que esto es una despedida.
-No lo es del todo Elijah-le digo a este riendo- Solo es una despedida si nunca más volvemos a vernos.
-Espero que sea cierto- declara él mirándome- Gracias por lo que estás haciendo Jade.
-No me las des- suspiro-Es lo que debo.
-Ten cuidado, ¿de acuerdo?- me pregunta con duda.
-Lo tendré, tú cuida de ellos mientras no estoy, ¿bien?
-Por supuesto- me responde Elijah para después desaparecer de mi vista.Minutos después oigo el motor del coche y es entonces cuando sé que ellos estarán bien.
Camino de un lado a otro, quizás hasta en círculos en algunos momentos. Miro mis manos, noto el calor. Suspiro. Cierro los ojos. Recuerdo a Lexi,Stefan,Klaus, incluso Damon aparece por mi mente de nuevo. Niego. Sé que no estoy sola.
-¿Qué haces aquí Damon?
-Es obvio pelirroja, evitar que hagas una tontería -me contesta.
-Llamas a lo que quiero hacer locura cuando quieres traer a Katherine de entre los muertos, no sé cuál de los dos hará la mayor locura- le digo irónica.
-Estoy intentando salvarte,deberías agradecérmelo.
-Damon,yo no necesito que me salves,tampoco es necesario que quieras pararme ahora,sé lo que debo hacer.
-Perdóname por considerar que enfrentarte con un espectro de hace más de mil años sola es un error.
-No tendría que enfrentarme a ella si tú no la hubieras ayudado.
-Qué sencillo es echarme la culpa- bufa él.
-Quizás deberíamos preguntarle a Lexi qué le parece tu alianza con la diosa de la muerte- le miro con reproche- Ah no espera, la mataste.
-¿Puedes parar de reprocharme cosas y escucharme por un minuto?
-Permíteme dudar de tu intención de protegerme- suspiro- Creo que tengo derecho a dudar ya que mataste a mi mejor amiga para hacerme daño, perdón si no me creo que quieras salvarme.
-Tú viste algo bueno en mí,¿no es así?
-Eso creía Damon, pero me has demostrado todo lo contrario.
-De acuerdo, vete, deja que te mate, hazte la heroína.
-De verdad-río irónica- ¿Sabes quiénes son las únicas personas que han confiado en ti aún cuando las razones para hacerlo eran mínimas? Stefan y yo, y he puesto la mano en el fuego por ti cada puto día desde que te conocí, pero ahora se acabó Damon, porque pudiste elegir y sin embargo escogiste matarla a ella y dañarme a mí.
-Yo solo quería...
-Déjalo- digo cerrando mis manos en puños remitiendo las llamas- Creo que deberías marcharte.
-No me iré y tú tampoco.
-¿Enserio?-niego- No es tu decisión Damon, nunca lo ha sido.
-Pero puedo evitar que la tomes.
-No voy a cambiar de opinión- me acerco hasta él y le abrazo- Espero que me perdones.
-¿Qué?
-Lo siento- digo para después partirle el cuello y dejarle inconsciente.
Paseo mi mirada por última vez por la casa y sonrío, detengo mi mirada en cada zona y los recuerdos se apoderan de mí a cada pequeño vistazo. Desaparezco por la puerta y dejo a mi mirada vagar hasta el cielo, observo las estrellas. Supongo que no sabes lo que es mirar las estrellas sino lo haces desde las calles de Nueva Orleans. Mis pies se mueven hasta el cementerio, hasta ese lugar donde todo empezó a irse a la mierda.
Noto el frío nada más empezar, la gélida brisa me cala los huesos a cada paso que doy, pero la rechazo, el calor toma el control de mi cuerpo, miro a mis manos y veo como las llamas comienzan a aparecer. De reojo la veo moverse, veo su oscura figura acercarse hasta mí.
-¿Qué quieres?- la enfrento.
-Tu alma-dice con una rasposa y tétrica voz.
-¿Por qué?-pregunto.
-Porque hay algo en ti que no te hace ser un vampiro completo- veo como se acerca unos pasos y yo hago surgir una barrera de fuego entre nosotras.
-Tú eres el problema, por tu culpa no puedo conseguir volver a este mundo de una forma completa, no tengo todo mi poder.
-No vas a volver-niego,veo como se acerca aún más a mí.
-Hace mucho tiempo,cuando aún vivía conocí a un hombre, era experto en personas como tú y me dio una cosa- saca de entre su túnica negra una daga- ¿Sabes lo que es?
-¿Me debe importar?
-Esta daga, es lo único capaz de matar a los de tu especie, una daga bañada en cenizas del infierno.
-¿Y quiénes son los de mi especie según tú?
-Los fénix.
-Te daría la razón- sonrío- Pero yo no soy solo eso.
-Lo veremos.
-¿Y tú sabes lo único que puede matarte a ti?- le pregunto- Yo.
-Una de las dos tiene que morir.
-Te prometo que esa serás tú- le digo haciendo que las llamas entre nosotras aumenten varios metros.
-¿Quieres jugar? Juguemos entonces, solo te recuerdo que yo tengo muchos más años que tú.
-No me hacen falta años de experiencia para matarte- le respondo.
Ella provoca una gran masa de aire frío que hace que mis llamas desaparezcan, intenta atacarme pero yo soy más rápida y con un ágil movimiento logro esquivar su ataque.
Ella lo intenta de nuevo pero esta vez no corro la misma suerte y caigo al suelo sobre mi costado dándole a ella la posibilidad de propinarme un golpe directo mediante el que me parte el labio,me inmovilizada y acerca la daga hasta mí, con ambas manos hace presión para intentar clavarla en mi corazón. Hago presión para alejar sus manos de las mías y en el acto convierto una de sus manos en cenizas, dándome el margen suficiente para alejarla de mí. Pero es entonces cuando noto que hay alguien más, ella también lo sabe y se aparta de mí yendo en busca de sus presas. Me incorporo lo más rápido que me es posible y me guío por mis sentidos vampíricos hasta los tres latidos que retumban en mi cabeza. Llego primero hasta ellos y lo primero que encuentro es la espalda de Klaus.
-¿!Qué cojones estáis haciendo aquí!?- les pregunto a el propio Klaus, Stefan y Damon.
-No podíamos dejarte- me aclara Stefan.
-Me lo prometiste, lo prometiste Stefan-mis manos empiezan a temblar y segundos después ella aparece también- Marchaos, ahora.
-Ellos no se van a ninguna parte- veo como alza una mano y que de un momento a otro consigue bajar la temperatura corporal de los tres, si fuesen humanos estarían muertos, pero en cambio noto como sus corazones bombean pero más lento.
-Esto es entre tú y yo- le respondo creando una barrera de fuego entre ella y ellos- Los tocas por encima de mi cadáver.
-Tus deseos son órdenes para mí- se impulsa hasta mí y nos desplaza unos cuantos metros.
Gruño cuando mi cuerpo choca de nuevo contra el suelo, noto un hilo de sangre rodar por mi frente y la veo a ella sonreír. Esta vez soy yo la que tomo la iniciativa atacándola primero con toda la rabia que puedo, su cabeza impacta contra el suelo y yo la miro. Aprovecho su momento de debilidad y pongo ambas manos en su cara haciéndola arder. Noto una pequeña punzada en mi estómago pero decido ignorarla, veo como se quema, como arde, como el mal se desintegra entre mis manos. La veo morir, veo sus cenizas bajo mis rodillas,se acabó. Me pongo en pie y voy en busca de Klaus,Stefan y Damon. Los encuentro minutos después, veo como poco a poco sus cuerpo recuperan su temperatura normal y de mi boca se escapa una pequeña sonrisa. Los veo incorporarse a los tres y también les veo acercarse hasta mí. Sonríen. Klaus se viene hasta mí, pero antes de que lo haga caigo de rodillas sobre el gélido suelo, su rostro cambia y la sonrisa abandona su cara. Stefan y Damon se percatan también y es entonces cuando corren a mi encuentro.
Bajo mi mirada hasta mi estómago, y ahí está,la daga. Noto los borbotones de sangre salir de mi boca, soy consciente de que no me estoy curando. No sé en qué momento acabo entre los brazos de Klaus, tampoco cuando Stefan comienza a llorar o cuando Damon empieza a derribar todo lo que encuentra a su paso. Sé que Klaus me habla, lo sé, pero no le oigo. Desvío mi mirada hacia la izquierda y es entonces cuando la veo. Veo a Lexi.

_______________________________________

A ver dije que quedaban pocos capítulos, y efectivamente este ha sido el penúltimo, lo siento porque probablemente el odio hacia mí es real .💜