Red Dress [Bucky Barnes]

CAPÍTULO III

CAPÍTULO III

Yeah, it's hard to concentrate
Finish up your plate, she whispers to me
But I got one thing on my mind 
As they pour the wine and it consumes me.

Nueva York, febrero de 1942

–¡Roxanne! ¿Vas a hacer esperar a James otra vez? A este paso se aburrirá de ti –Cassie suspiró, frustrada. Todavía no entendía cómo habían acabado así las cosas. .–He venido a ayudarte a prepararte, pero si no me dejas pasar no podré hacerlo. Además, ¡vas a llegar tarde! ¡¡Otra vez!!

Cassandra escuchó la suave risa de su mejor amiga al otro lado de la puerta. La golpeó con la mano abierta. Estaba entre divertida y frustrada. Era la primera vez que veía a su mejor amiga tan... enamorada. Y era bonito... y a la vez, inquietante. Es decir, se alegraba muchísimo por Roxanne, por supuesto, pero cada vez que se ponía en la piel de James le daban ganas de estrangularla. Siempre le hacía esperar. SIEMPRE. Y Cassandra odiaba que la hicieran esperar. Aporreó la puerta de nuevo.

–¡O abres la puerta o te juro que me voy! ¡Roxanne!

–¡Dame dos minutos! No quiero que me veas en ropa interior.

–¿Aún estás en ropa interior? –la voz de Cassandra se alzó varios tonos mientras se llevaba las manos al cabello y se tironeaba de las puntas. Roxanne iba a hacer que perdiese la cabeza.

Amandine estaba trabajando en la fábrica, así que aquel día James iría a buscarla a su casa. Hacían una pareja tan adorable... por mucho que insistiesen en que no eran pareja (no, oficialmente), Cassie les veía así. Estaban hechos el uno para el otro. El hecho de que se hubiesen conocido era la única razón por la que no se culpaba por haber hecho que Roxanne viviese algo tan espantoso aquella noche. James le dijo que fue ella misma quien se defendió y Cassie le creyó, claro, pero no por ello estaba menos preocupada. Las cosas podrían haber acabado mucho peor.

La puerta de la habitación de Roxie se abrió de golpe y ella se asomó. Llevaba el pelo hecho un desastre y el rostro lavado y Cassandra la vio hermosa. Sonreía mostrando los dientes y sus ojos brillaban con diversión y nervios. Estaba totalmente enamorada, no había duda. A James no le había llevado ni un mes ganarse su corazón, Cassie estaba segura de que después de aquella noche de baile ya le pertenecía. Roxie le había dicho que se habían besado aquella noche y que fue entonces cuando empezaron a verse. Al principio a escondidas... luego ya les daba igual. Pero no siempre querían estar solos. En varias ocasiones Steve y ella misma les acompañaron... y, la verdad, no fue nada incómodo. Cassandra era demasiado orgullosa como para admitir lo divertidos que eran aquellos chicos.

Roxanne era realmente afortunada... y ahora que la veía de arriba abajo estaba segura de que James también. Se había puesto un vestido verde esmeralda con escote en forma de corazón y mangas cortas ajustadas. Se ceñía a sus caderas con elegancia y se soltaba sobre sus piernas. Le llegaba un poco por debajo de la altura de las rodillas y tenía un pequeño diseño de plumas en el dobladillo.

–¡Estás guapísima, Roxie!

La muchacha se sonrojó, totalmente avergonzada. No era la primera vez que su mejor amiga le decía que estaba guapa, pero sí era la primera vez que se lo decía justo antes de una cita.

–Siéntate y dame tu cepillo del pelo. Voy a hacer que cuando James te vea se le caiga la baba.

Aunque estaba segura de que se le caería incluso viéndola en camisón recién levantada.