Tomados de la mano.

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Esta historia es un pedazo de mi, y está dedicado únicamente a la chica que me convirtió en una “detective”.
Esto fue más que importante en nuestras vidas. Fue más que un momento hermoso; fue nuestro momento hermoso.

Dino Eve, you're really always in my heart.

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Todo comenzó cuando salí del aula del Instituto mucho tiempo antes de entrar a la siguiente clase, mis amigos habían decidido ir a comer algo en la cafetería y yo aprovecharía el tiempo para leer un poco. Pronto, ya estábamos cómodos en nuestra mesa y yo ya estaba metida en el libro.

De repente, siento cómo punza una parte de mi pierna inferior. Cuando me doy cuenta, mi amigo Sebastien me ha pateado. Entonces lo miro y oh, por Dios, parece que está sufriendo un colapso.

Mueve todo su cuerpo, inclusive su cabeza, de un lado a otro, demasiado rápido y sin parar. Tiene los ojos abiertos como platos, moviéndose de un lado a otro y a la vez sin dejar de mirarme, debo admitir que me ha comenzado a asustar un poco.

Mi cara lo dice todo, estoy confundida hasta la mierda y no entiendo lo que quiere decirme, sé que él lo entiende porque ha abierto aún más sus ojos y ha fruncido su ceño. Todo su rostro refleja algo más fuerte que la frustración. Apenas caigo en cuenta de que me está indicando una dirección hacia su espalda y entonces, los miro.

Van caminando serenamente hacia la cafetería. Sin percatarse de unos ojos clavados en sus perfiles. Sin percatarse de unos ojos clavados en un punto de sus caderas. Discretamente, juntos lo esconden. A medida que ellos avanzan me doy cuenta de que lo que ellos esconden son sus... ¿Puños?, si, sus puños. Caminan tomados de la mano.

Siempre he querido un amigo homosexual, después de un tiempo lo olvidé y lo superé. Pero siempre he apoyado a la comunidad. Ni siquiera sé por qué me siento tan emocionada, no sé por qué me siento tan felíz, como si hubiera ganado un boleto para obtener libros gratis.

¿Será porque los he visto en algún otro lugar? No, nunca los he visto. Nunca los he visto. Maldita sea, sólo queda poco más de un mes para largarme de este colegio y apenas los voy conociendo. Apenas hoy quedo encantada.

Cada vez que los miro, o sea, cada diez segundos, no puedo dejar de pensar en que tienen un parecido con... No lo sé.

Ambos han tomado asiento a sólo tres mesas de la nuestra y uno se ellos, el rizado que es más pequeño que el otro, me mira. Se ha percatado de mi mirada. Y, ¡mierda!, tiene unos ojos que lucen tan oscuros. Tan hermosos.

Trato de disimular leer el libro que tengo en mis manos mientras que en realidad estoy viendo qué es lo que hacen. Pero fallo terriblemente. Ya que, no sólo me vuelve a mirar el rizado, sino que todos mis amigos se han percatado de lo que hago y me han mirado de una forma extraña.

—Los estás violando.— Dice de repente Mia.

—¿Qué?

—Con la mirada. Los estás violando.

Todos se echan a reír. Inclusive yo, pero dentro de mi todo se encoge por la vergüenza. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que no puedo sonrojarme, no de una forma notoria, así que ellos no pueden notar eso y lo agradezco infinitamente.

—No los estoy violando. Es que míralos. Son hermosos juntos.— Trato de justificar mi comportamiento, pero todos me miran con recelo y sé que no me han creído.

—Se parecen a los chicos que shippeas. ¿Cómo se llaman? ¿Larry?— Dice Sebastien.

Oh, Dios mío. ¡Sabía que tenían un parecido con alguien! ¡Pero si nomás de verlos!

—Exacto. Aunque uno es más enano que otro. Y en la vida real es al contrario.— Dice Mia.

Y estoy de acuerdo con ella. Pero la verdad, no me importa mucho. He decidido que al rizado lo llamaré Harry. Aunque es más pequeño, su cabello rizado es de un color café oscuro. Su tez es blanca y sus ojos son tan lindos. También me he dado cuenta que tiene un parecido con el actor Tyler Young. Donde sale como personaje gay en Eyewitness, vaya la coincidencia.

Nuestro tiempo ha llegado a su fin y tenemos que irnos. La verdad es que no quiero irme, no quiero pararme de esta mesa, pero mis piernas reaccionan antes que yo misma y aún así lo hago. Tomo todas mis cosas y camino por el sendero más cerca a ellos. Mi corazón se ensancha un poco más, pero sigo caminando. Cuando giro mi cabeza para mirar por encima de mi hombro veo que ellos estan ahí caminando. Detrás de nosotros.

Me giro antes de que percaten mi mirada. Ahora estoy nerviosa hasta la mierda y mis manos han comenzado a temblar, mi corazón late con fuerza y duele en mi pecho. Aún sigo sin comprender el por qué de mi comportamiento.

Cerca de nuestro camino se encuentran unas bancas y me apresuro a ellas antes de cometer otra cosa. Ellos pasan delante mío y siguen andando. Es ahí cuando dejo ir el aire que no sabía que retenía.

Miro cómo ambos de despiden con un gesto de las manos y se dirigen a distintas direcciones. El más alto se dirige hacia una aula del primer piso. Esa aula que está enseguida mía. Oh, por Dios.
H, se dirige hacia las aulas del. segundo piso, y entonces, nada. Él no aparece. Es como si hubiera desaparecido.

—Pero, ¿qué mierda?

Veo cómo el rizado sale de un salón para mirar al aula por el que acaba de entrar el otro chico, después de eso vuelve a entrar por dónde salió. Nunca lo vi entrar, ¿qué acaso se teletransporta? Lo dudo mucho, pero eso ha llegado a asustarme un poco.

He notado que a la aula a la que entró está ubicada enseguida de una dónde hace pocas semanas yo me encontraba. También he notado que ambos entraron a grupos con números altos. 602. 603.

¡Lo que me faltaba! En casi un mes se gradúan, se van y es todo.

No puedo creer lo cerca que estuve de una persona y lo cerca que estoy de otra.

Y ahora mismo, no puedo creer lo que estoy viendo. El chico alto se dirige hacia las aulas del segundo piso. Toca la puerta y quien sale es nada más y nada menos que el rizado. Él le entrega una carta. Una cartita.

Y después eso, ambos se marchan. Al igual que yo.

Mirándote como a las estrellas, desde un lugar que el mundo olvidó

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Mirándote como a las estrellas, desde un lugar que el mundo olvidó. Y no hay nada que pueda hacer, excepto enterrar el amor que siento por ti.

Edlos.Where stories live. Discover now