Dos

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11/09/2015

El departamento estaba inmerso en una sensación de tristeza. Tan solo se escuchaban los susurros de la joven y las respiraciones aceleradas de la misma, causadas por el llanto desenfrenado. La tensión era palpable, se cortaba el aire con un cuchillo.

- No puedo hacer como si nada, ignorar lo que hiciste y fingir que nada pasó Mauro - dijo la rubia mirando hacia el piso mientras lágrimas salían de sus ojos sin cesar

Su cara estaba roja de la bronca, sus mejillas empapadas de agua salada, su pelo deshecho y su alma completamente herida.

- Estaba drogado amor, para mi es como que nada paso si ni siquiera puedo acordarme de lo que hice - exclamó el trapero desesperado con tal de no herir a su novia más de lo que lo había hecho - Perdóname por favor

Ella caminaba en círculos en el living de la casa. No podía calmarse, estaba enojadísima.

No podía perdonarlo así. 

No.

Las peleas con su novio la ponían demasiado mal. Y esta estaba siendo la peor de todas sin lugar a dudas, Mauro había cruzado un límite y ya no había vuelta atrás ni manera de solucionarlo.

- ¿Todas las veces que terminaban los dos juntos en la cama estabas bajo los efectos de la droga? - le recriminó la chica escupiendo las palabras de manera directa e hiriente - Deja de mentirme, me duele mucho pero tengo que alejarme de vos

Mauro negó y corrió a intentar abrazarla contra su pecho, buscando transmitirle su cariño de aquella forma.

- No quería lastimarte Paz - le respondió él apenado

Pero el abrazo no era suficiente. Ni el cariño, ni las palabras vacías, ni nada.

- Hubieses pensado las cosas antes de actuar entonces, ahora ya me lastimaste y es demasiado tarde - declaró finalmente ella separándose de su toque, que sentía que le quemaba la piel

Por su parte, la chica estaba destruida.

Su relación se había ido a la mierda y dos de las personas más importantes en su vida la habían traicionado.

Si, por si todavía no pudieron darse cuenta, Mauro había estado acostándose durante bastante tiempo con la traidora de Camila.

Su novio con su mejor amiga.

Juntos.

Solos.

Desnudos.

En una misma habitación.

Y una misma cama.

Asqueroso de imaginar y mucho más de ver.

- Desde este momento nos vamos de tu vida, trata de no engañar a Camila también y destruirla como lo hiciste conmigo - soltó finalmente ella

- ¿Qué decís Paz? - le cuestionó él algo perdido - ¿Por qué hablas en plural?

La rubia palideció enseguida. Se le había escapado sin darse cuenta, sin querer había soltado su mayor secreto hasta el momento.

Esperaba que la situación mejorará entre ambos para poder confesarle a Mauro que esperaban un bebé juntos, pero ahora eso no iba a ser posible.

Sin pensar más, se armó de valor y habló. Suspiró fuerte antes de soltar la bomba de tiempo que estaba a punto de explotar pero no quería cargar más ella sola con aquel peso sobre sus hombros.

- Porque estoy embarazada, y ahora eso es lo único que tenemos en común - afirmó Paz

Duki abrió grande sus ojos al instante de escucharla, sin poder creer lo que estaba oyendo. ¿Paz estaba embarazada? ¿Iba a tener un hijo?

Todo empezó a darle vueltas en su mente y tuvo que agarrarse la cabeza con ambas manos para no marearse. Era demasiada información en tan poco tiempo, y sin duda no podía asimilarlo.

- Por pasar tanto tiempo afuera acostándote con mi ex amiga nunca te diste cuenta de mis nauseas, mis dolores de panza, de mis llantos, de nada. Nunca me acompañaste ni sentiste el miedo que sentía yo, no estuviste en ningún momento Mauro. Hoy solo una pequeña princesa nos va a unir y me duele que sea así pero bueno, vos decidiste por nosotros - finalizó la joven secándose las lagrimas con el dorso de su mano

La misma salió de la vivienda del futuro padre de su hija con el corazón roto y los ojos aguados.

Estaba lastimada, dolida, llena de miedos e inseguridades. Iba a ser mamá. Ni siquiera entendía del todo cómo sería ese proceso, pero sabía que daría lo mejor de sí para cuidar a esa criatura que crecía dentro suyo. Con el padre o sin él.

Adentro del departamento, Mauro rompía y golpeaba todo.

Estaba enojado con él mismo por no haberse dado cuenta del error que estaba cometiendo y por perder a una de las mejores mujeres que había conocido entre todas sus anteriores parejas.

Pero por otro lado, Mauro también estaba nervioso por la noticia.

En unos meses, iba a ser papá.

Little | DukiWhere stories live. Discover now