Seis

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Era sábado por la tarde y Paz estaba tratando de peinar a Milena para salir a pasear.

Era un desafío que la niña se quede quieta para lograr hacer algo en su pelo.

La chiquita quería ir a la plaza y, como era la consentida de todos, su mamá llamo a Joaquin, Ivo e Ignacio para que las acompañen.

Por eso, ahora ellos estaban esperándolas en el living de su casa para ir juntos al parque.

- Dale hija, veni así te peino por favor! - gritó Paz muy cansada

Como media hora después, la mayor había logrado hacer dos pequeñas trenzas en el pelo de Milena.

- Quiero que venga papá también - reclamó la pequeña

- Pero ahora vamos con los tíos Mile -

- Pero quiero a papi - insistió con una cara tan tierna que hacia que su mamá se debilitara

Si supiera que Paz en su interior también lo quería.

Porque sí, no podía negar que su amor hacia él seguía estando.

No había comparación con Ecko.

Mauro la hacía sentir viva con tan solo un abrazo y la llevaba a las nubes cada vez que la besaba.

Porque lo soñaba junto a ellas cada noche, y al despertarse quería ver su carita de dormido al lado de la de su hija.

Porque lo extrañaba y cada vez que hablaba de él, a ella se le rompía un poquito más el corazón.

Sí, la había cagado con la que en su momento había sido su mejor amiga pero aún así el amor por el morocho era inmenso. Seguía siendo el dueño de sus pensamientos y de sus emociones.

- Esta bien amor, si queres lo llamo y le pregunto si puede venir - trató de convencer a su hija

- ¿Quién va a venir gorda? - preguntó Ignacio entrando a la habitación

¿Cómo le decía que estaba pensando en su ex novio hace dos minutos atrás? Y que ahora estaba a punto de llamarlo.

Sin dudas, no le iba a gustar el nuevo invitado.

Little | DukiDove le storie prendono vita. Scoprilo ora