Cuatro

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El timbre de la casa sonó, avisando que alguien había llegado.

Ese día era la fiesta de cumpleaños de su hija.

Paz acomodo su camisa y fue a abrir, encontrándose con las mejores personas que tenía en su vida y que siempre la ponían de buen humor. Sus amigos.

- ¿A dónde está esa nena hermosa? - preguntó Joaquin saludándola con un beso en la mejilla

- Le traje un montón de regalos por su cumpleaños porque la amo - dijo esta vez Arse

- Está en el comedor con mi familia, pasen -

Los pibes entraron al lugar mientras que la chica se dirigió a la cocina para buscar la torta y poder cantarle, al fin, el felíz cumpleaños a su bebé.

Milena había cambiado su vida por completo.

Con tan solo diecisiete años se tuvo que hacer cargo de un bebé y eso la había hecho madurar, además de haberla preparado para enfrentar situaciones difíciles.

- ¿Te ayudo en algo linda? - cuestionó Ecko apoyando sus dos manos en la cintura de la chica y abrazándola por detrás

La adolescente se dio vuelta y paso sus manos por el cuello de su "algo". Después negó con la cabeza.

- No gracias Nacho, llevo esto para alla y listo - le contestó

No eran oficialmente novios, pero tampoco eran solo amigos. La realidad era que Ignacio había estado con ella cuando Mauro se borró y eso hacía que la chica le tenga demasiado cariño.

Todos los chicos del ambiente habían estado para ellas siempre. Desde lo económico hasta el apoyo emocional, que para la rubia era lo más importante y valioso. Nunca iba a olvidar la compañía de ellos en el transcurso del embarazo y de la niñez de su hija.

Habían estado todos, menos Mauro.

El timbre de la casa sonó una vez más pero Paz no le dio importancia, total alguien más iba a abrir.

Siguió abrazada a Nacho, pero justo cuando estaba a punto de darle un beso alguien los interrumpió.

- Mira papi, esa es mi torta de cumple - dijo una voz fina entrando en la cocina

La pareja que estaba a punto de besarse se separó rápidamente y se dieron vuelta.

Allí parado se encontraba Mauro, que tenía a Milena a upa, y ambos los miraban fijamente.

Que incómoda era la situación.

Little | DukiWhere stories live. Discover now