Capítulo I

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[虐殺]
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TENIA LAS MANOS MANCHADAS DE SANGRE. ¿Era suya? ¿O quizás de otro? Probablemente ambos. Le temblaban las manos y ya casi no podía mantenerse en pie, lo ocurrido se repetía en su memoria como un eco distorsionado, sin nitidez, sin hacerte saber con exactitud qué había pasado. Quizás fuese por el golpe que tenía el la cabeza, que apretaba con la mano intentando que dejase de sangrar, o por la pérdida de sangre y la herida en las costillas, o incluso por el shock provocado por lo ocurrido hacía apenas media hora. Avanzaba con pasos torpes, sin ni siquiera saber a dónde se dirigía, y a cada paso que daba, sentía que lo ocurrido escapaba de sus recuerdos. Ella no quería olvidar, quería detenerse, dar media vuelta y echar a correr hacia el lugar de la masacre, pero de alguna manera sus pies seguían alejándose de aquel lugar maldito.

Llevaba dos horas caminado cuando por fin vio las luces de una ciudad a lo lejos, no se sabía el nombre, pero presentía que no debía detenerse hasta haber llegado. Le dolía la cabeza, notaba las palpitaciones de esta como un martillo estrujándole el cerebro, tenía la garganta seca y un extraño sabor metálico en los labios. Fue por un camino cercano a la carretera, algunos conductores se pararon a verla, ella pensó que quizás fuese porque iba con los pies descalzos. Era un pensamiento estúpido, pero fue lo único que se le ocurrió. Su camiseta estaba empapada de algún líquido, no supo identificar si era agua u otra cosa, estaba muy oscuro y sus ojos amenazaban con cerrarse en cualquier segundo.

El camino que siguió para ir a la ciudad pasaba por una escuela de preparatoria a las afueras, era bonita, a ella no le importaría haber estudiado allí. Pasó por delante de la puerta justo cuando un hombre salía de allí, probablemente para irse por fin a casa después de un largo día de trabajo, estaba tarareando una canción cuando se cruzó con ella. Está muerta, fue lo que pensó al ver el lamentable estado en el que se encontraba, si no fuese porque caminaba, podría pasar perfectamente por un cadáver. Ella hizo un sobre esfuerzo para enfocar la mirada en él, tenía el cabello rubio peinado en punta hacia atrás, unas coloridas gafas y un aparato parecido a un altavoz en su garganta. Intentó seguir avanzando, pero ya no le quedaban fuerzas, se tambaleó al intentar dar un paso más y estuvo a punto de caer al suelo, pero él la cogió justo a tiempo. Agarró con fuerza a la joven ahora inconsciente entre sus brazos y corrió al interior de la Yūei donde aún quedaban algunos profesores, en cuanto se cruzó con alguno de ellos le alertó de lo ocurrido. —¡HEY! ¡QUE ALGUIEN LLAME A RECOVERY GIRL, ES UNA URGENCIA!—

Aquella noche fue un caos. Recovery Girl no había podido usar su habilidad con la joven ya que para curarse necesitaba energía y ella estaba tan débil que, si la utilizaba, la mataría. En vez de eso había tenido que utilizar el método convencional haciendo que la chica se sometiera a una operación por la fractura en las costillas y a unos puntos en la cabeza, después de revisar que no hubiese más daño interno dentro de esta. Las preguntas sobre ella eran muchas y las respuestas eran pocas. El rubio de gafas extravagantes iba a verla a menudo, a veces acompañado por su ojeroso amigo, pero normalmente solo. Sentía compasión por la chica, parecía salida de un infierno, más muerta que viva, y aun así, había seguido adelante. Para Aizawa era un castigo tener que pasar horas con la chica, ¡Estaba inconsciente, era una completa pérdida de tiempo estar a su lado! Pero aprovechaba ese rato para descansando en su saco de dormir amarillo. Present Mic, en cambio, pasaba un buen rato con ella, le contaba chistes malos, le explicaba como iban las cosas en la Yūei, e incluso una vez le cantó una canción.

Ya llevaba inconsciente seis días, era un tema de conversación muy popular entre los profesores, ella y de *Chisanamura.

Chisanamura era un pequeño pueblo no muy lejos de Tokyo, aproximadamente a tres horas de distancia andando. No era muy conocido, nunca salía en televisión y era bastante aburrido y común, allí vivían un total de diez niños, todos los demás residentes eran adultos, la mayoría de avanzada edad. Nadie le prestaría atención a un lugar así... A no ser que algo malo ocurriese.

“—Últimas noticias de la ahora conocida como 'Masacre de Chisanamura', los equipos de rescate siguen contando a los heridos y a las víctimas, han pasado ya seis días y la esperanza de encontrar a los desaparecidos vivos va disminuyendo...—”

All Might bajó el volumen de la televisión, era increíble que algo tan horrible hubiera ocurrido apenas a unos kilómetros de distancia, él podría haber estado allí, él podría haber ayudado. Apretó los puños con frustración, lo peor de todo era que ni los héroes ni la policía tenían la menor idea de cómo había ocurrido aquello. Se sabía que todo había sido originado en una de las casa más alejadas, al norte, era la zona más destrozada, toda enterrada entre escombros y llamas. Aún no se sabía la identidad de quien vivía allí, pero era probable que estuvieran todos muertos. El héroe número uno salió de la sala de profesores para ir a la enfermería, dado su deteriorado estado de salud debía de ir cada día para revisar sus constantes y que la pérdida de la sangre que escupía no fuese demasiada.

—Buenos días...— Saludó al entrar mirando a la camilla a su derecha, la chica que Mic había encontrado seguía inconsciente, la verdad era que el rubio ya se había acostumbrado a su presencia allí, aveces hablaba con ella sin recibir contestación, le ayudaba a no aburrirse. Por sus heridas era obvio de dónde venía, solo había un lugar que hubiese sufrido un ataque capaz de dejar a alguien en ese lamentable estado y su nombre era Chisanamura.

—Oh, Toshinori, hoy llegas pronto. Ahora voy a hacerte la revisión, espera un momento. — La heroína enfermera parecía estar ocupada ordenando unos expedientes médicos, así que All Might tomó asiento al lado de la joven. Ya sabía de dónde venía y qué le había ocurrido, ahora solo faltaba saber quién era y cómo había llegado hasta allí, era prácticamente imposible que alguien con esas heridas pudiese caminar durante más de dos horas sin detenerse por el dolor. Recovery Girl comenzó mirándole la presión y el ritmo cardíaco.

—Toshinori, ya sabes que después de lo ocurrido en el USJ no puedes utilizar tu poder más de una hora y media, no te sobrepases. —Ella le regañó, era verdad que se había excedido pero en Chisanamura necesitaban ayuda y él estaba dispuesto a ayudar. En cuanto a la joven y cómo había conseguido llegar hasta allí, algunos profesores afirmaban que había sido guiada por una deidad que le había dado fuerzas para seguir adelante, otros simplemente decían que alguien la había llevado hasta allí, y unos pocos creían que su voluntad por sobrevivir la había llevado a caminar sin descanso hasta llegar a la civilización. Ninguna de ellas tenía razón.

La verdad era que la chica había sido obligada a irse de su pueblo, a dejarlos a todos, a no ayudarlos. Ella estaba muy débil, recuperándose tan lentamente que parecía incluso que empeoraba. Recovery Girl había especulado que tardaría mínimo un par de semanas más en despertar, pero el séptimo día día después de la masacre, como si de un milagro bíblico se tratase, ella despertó.

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Buenas noches/días a todos, espero que os guste este fanfic. Thanks!😁

*虐殺 significa masacre o genocidio.

*El nombre del pueblo Chisanamura está escogido a base de 小さな村 (Chīsana mura) que quiere decir "pequeño pueblo".

𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shoutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora