ME ENAMORÉ DE UN NIÑO

CAPÍTULO 2

-Asi que esto eres. Una empresaria famosa.

-¿a eso viniste? A ver lo que soy en realidad.

-Si. Y además a demostrarte que no mentí cuando te dije que te volvería a ver.

-Wow! Me dejas sin palabras. Ahora ¿ya te puedes ir?

-Por eso te molestaste tanto al enterarte que tenía 17 años. Eres toda una mujer.

- Oye niño, no tengo tiempo para escucharte. Ya te di tu minuto de atención así que ya te puedes ir.

- No! No me iré de aquí--dijo tan seguro de si mismo que juro que sus palabras me hicieron temblar. Se acercó a mí dos pasos y yo retrocedí 4.-- No me iré porque ahora más que nunca debemos estar juntos.

- De qué hablas?-- dije molesta

- acaso no lo puedes ver? Tu y yo hicimos el click que el mundo entero busca. Ese click que haces con tu ser amado. Tu y yo nos conectamos y ahora que ya no tenemos más secretos deberíamos dejar que esto fluya.

-Niño ya para por amor a Dios. Deja de decir tonterías. No tengo ni la más mínima idea de lo que hablas con el click y todo eso que dijiste que a mi sólo me suena a babosadas. Te voy a pedir por última vez que te vayas. Aunque....ahora que lo pienso bien....ya me imagino como tuviste que torturar al pobre de Erick para que te de información sobre mi.

-¿torturar? No creo que haya sido una tortura pero digamos que soy....el mejor en persuadir por eso te digo que tu y yo nos vamos a casar.-- dijo y reí

-jajajaja! En serio eres increíble. Tengo que reconocer que tienes un humor bastante bueno, como el de un hombre mayor.

- No sólo tengo el humor de un hombre sino también el pene de uno ¿o no?--dijo y en seguida me sonrojo.

-Ya es suficiente! Vete de aquí.

- Dame un beso!-- dijo

-¿qué? Estás loco?

- No! Quiero un beso ahora y me voy.

- No jaja esto no puede ser cierto. Eres tan descarado. Voy a llamar a los guardias para que te saquen.

-hazlo-- dijo y empezó a dar pequeños brincos como si estuviera en un entrenamiento de boxeo.

- qué...que haces? Deja de hacer eso. No seas ridículo

-Estoy calentando...dijiste que ibas a llamar a los guardias, entonces estoy listo para que cuando me saquen de aquí yo me defienda gritando a todos en esta empresa que te amo y que quiero repetir la noche que tuvimos. Vamos! Llama!

Si el niño no mentía, me iba a dejar en ridículo.

- Oye niño! No hagas esto más difícil.

- Dame un beso y me voy. Ah y te pido que no me vuelvas a llamar niño porque no soy tan menor a ti. ¿cuantos tienes? Ehh...29...30?-- dijo y tuve miedo decirle mi edad.

- No puedo darte un beso. No voy a darte un beso. Yo no voy a seguir con este juego.-- dije cansada y me acerqué a él aún con temor-- Mira niñ...Sam--me corrijo rápido-- Esa noche fue sólo eso. Una noche. Seguro tu estas acostumbrado a eso y yo también. He tenido muchas aventuras así que dejemos estás niñerías de lado y sigamos con nuestras vidas. Tu te vas a tu colegio, estudias mucho y yo sigo con mi vida--terminé de decir y entonces me besó.

Con fuerza agarró mi cabeza para pegar sus labios contra los míos y juro que lo empujé con mis manos pero este muchacho realmente es fuerte.

Después de unos segundos me dejé llevar. Volví a sentir sus labios suaves, su aliento fresco. Me besaba con respeto y con cariño. No sentí deseo en el beso que me dio.