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Los chicos habían decidido que era momento de sacar a Jimin de su headspace, básicamente porque el comeback se acercaba, y este había dejando de hacer ejercicio y había empezado a engordar porqué a los chicos le gusta darle dulces como recompensas.

Es cierto que no les gustará hacerlo, les dolerá ver a Jimin estresado de nuevo, y le dolerá más a el cuando tenga que esperar un tiempo largo por los mimos.

— Jimin-Hyung.

Jimin dejó su crayola en la pequeña mesa al escuchar a su futuro novio llamarlo con formalidad; levantó la cabeza y miró a los chicos quienes no se atrevían a mirarlo.

— ¿Tienes que escucharme está bien, Hyung?

Jimin se sacó el chupete de la boca y sonrió ampliamente hacía el menor de todos, aplaudiendo con las manos alegremente.

— ¡Minnie siempre escucha a Daddy Kookie!

El nombrado se mordió el labio inferior, negando con la cabeza, sintiéndose peor cuando vio como Jimin se tensaba.

— Mi amor.. Hay un comeback muy cerca, y necesitamos que salgas del headspace, para practicar, para que te aprendas las canciones, grabar y preparar todo.

Luego de eso, un llantó resonó por toda la gran casa. Namjoon se acercó al menor y lo agarró entre sus brazos, quitándole el chupete de la boca y dejándolo en una encimera.

— ¡Jimin no quiere, no quiere!

Murmuró entre los sollozos, mientras intentaba agarrar el chupete con todas sus fuerzas.

— Jimin, como no te comportes, nunca más de compraremos nada.

En ese momento la grave voz de Tae le congeló, para luego suspirar y empujar a Namjoon para salirse de su agarre, sintiéndose levemente mareado.

— Bien, lo haré.

Se encogió de hombros antes de subir las escaleras. Los chicos se quedaron sentados en el sofá y sillones, mirando al suelo intentando organizar sus pensamientos.

— Dentro de diez minutos tenemos que irnos.

Murmuró Yoongi mirando su Rolex en su muñeca izquierda, suspirando pensados mientras sentía como Hoseok le dejaba un beso en su cien, dándole una sonrisa como agradecimiento.

Luego de eso, bajó un Jimin vestido para entrenar por horas, como solía vestirse antes, sin mirar a ninguno de los miembros, pasó por la sala y salió de aquella casa.

Los chicos se miraron entre ellos arrepintiéndose.













































Llevaban unas cuatro horas practicando y Jimin no se aprendía absolutamente nada. Se distraía por la sed y empezaba a rodar hasta la maquina de agua para luego maldecir porque no sacaba agua, o simplemente se sentaba en suelo y los miraba antes de balbucear cosas sin sentido.

— Vamos Jimin, tu puedes, eres un excelente bailarín.

Alagó el coreógrafo algo preocupado, antes de enojarse hasta la última médula al ver como Jimin se tropezaba y soltaba un quejido.

— ¡Park! ¡Llevamos cuatro malditas horas practicando y tu lo único que haces es hacer nada! ¡Vas a hacerlo ahora mismo! ¿O eres un inútil?

En ese mismo instante Jimin cayó al suelo y el llantó no se hizo de esperar. El coreógrafo se quedó algo desconcertado ante la situación, quizás se había pasado un poco.

Little BabyWhere stories live. Discover now