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Capítulo 50

Miraba a Treison mientras me peinaba, esta era mi última semana de escuela; como yo era la mejor estudiante los maestros me dijeron que esta semana podía faltar, pero prefería estar en la escuela que encerrada en mi cas y solo faltaban quince días para mi cumpleaños. Estaba emocionada, no solo por cumplir dieciocho; si no también porqué iba a ser el primer cumpleaños que iba a pasar con Trevor.

Después de nuestra cita, él no me ha dejado de llamar y de enviar mensajes preguntándome sobre como estaba, que hacía. Comienzo a reír cuando recuerdo como Trevor enloqueció al saber el nombre del oso.

"¿Qué haces?"

"Acostada en unos minutos iré a dormir"

"Mmm ¿No quieres que vaya a hacerte compañía?"

"No, ya estoy acompañada"

"¿Ah si? ¿Y puedo saber?"

"Estoy con Treison"

"¿Quién?"

"Treison, el oso que compraste"

"Espera... ¿Le pusiste Treison al oso?"

"Si"

"¡No! ¿Por qué le colocaste ese nombre?"

"Porqué siempre me ha gustado la relación de amigos que tienen Jeison y tú, además son un shipp muy bonito"

"Estás loca, quitale ese nombre al oso"

"No, es mi oso y ya se llama así. Ya debo ir a dormir, hasta mañana"

"No me vayas a colgar Valer..."

Esa misma noche me llamo miles de veces, también mando cientos de mensajes diciendo que le cambiara el nombre al oso, pero no lo haré me gusta mucho.

Salí de mi habitación para desayunar, en la mesa ya estaba mi padre y mi hermano. En la cocina mi madre junto con Martha hacían el desayuno, Miriam no se encontraba por ningún lado supongo que aún duerme.

—Buenos días—saludé.

—Buenos días—mi padre con su tono serio me respondió el saludo.

—Buenos días enana, hoy pareces mas chaparra que nunca— Elías como siempre molestándome por mi estatura.

—Para tú información he crecido en lo que va del año—le digo.

—¿De verdad? Porqué yo no noto la diferencia de tamaño desde que tenias cinco, de hecho creo que te has hecho mas enana.

Comencé a darle golpes con la servilleta mientras él de defendía con el tenedor.

—¡Basta! ¿Acaso son niños? La mesa se respeta, si van a hablar que sea algo de provecho, no esas tonterías.

Mi padre nos miró a ambos con seriedad, yo bajé la servilleta y la coloque en mis piernas mientras que Elías dejaba el tenedor en su sitio.

Mi madre y Martha llegaron con el desayuno, pan recién horneado con queso, jamón, chocolate caliente y jugo de naranja. Comimos en silencio, la verdad no había nada que decir si Elías y yo comenzábamos a hablar mi padre se iba a molestar y lo menos que quiero es que ellos dos inicien una pelea a esta hora.

—El chocolate esta muy aguado— papá dejo su taza a un lado.

—Lo lamento lo hice de rapidez— mi madre se disculpo bajando la cabeza.

—Está delicioso mamá, todo lo que cocinas es exquisito—Elías metió un pedazo de pan a su boca y tomó un buen trago de su chocolate.

—Sabes que a mi no me gusta así— él dio un golpe en la mesa y se levantó sin terminar su desayuno— comeré en el trabajo, Elías lleva a tu hermana a la escuela.

Salió de la casa dando un portazo. Mi madre bajo la cabeza viendo el desayuno de mi padre en la mesa, se que le pone triste que él no coma lo que ella prepara. Mi madre se esfuerza tanto para hacernos una comida deliciosa y que mi padre la rechace es algo triste para ella.

—Mamá el desayuno está delicioso— le dije mientras le sonreía.

—Gracias cariño, terminen de comer y lleva a tu hermana, se le hará tarde.

Asentimos y terminamos nuestra comida.

—Papá cada día está peor, mira que rechazarle el desayuno a mamá.

Elías estaba furioso y no era para menos, mi padre siempre ha tratado algo mal a mamá. Él siempre dice que la mujer está para cocinar, lavar y hacer todos los deberes del hogar,  cuando ella hace algo mal mi padre siempre se lo recrimina.

—Lo sé, cada día papá está más grosero.

—Es esa iglesia, le mete de cuanta cosa en la cabeza. Por cierto ¿Sabes que el padre de Daniel está siendo investigado?

Miré a Elías con sorpresa —No, no tenía ni idea.

El asintió—. Verás escuche que lo están investigando por abusar de unas mujeres. También por el uso y porte de armas ilegales, sabes que él siempre está armado.

—Si, el pastor nunca me ha dado confianza; pero ¿Abusar de mujeres? Eso si no lo espere.

—Bueno no es nada seguro, pero está en investigación, también hay ordenes por estafa y demás.

Pobre Daniel, si su padre es culpable de eso no quiero imaginar como estará.

—¿Tú como sabes eso?

—Tengo un amigo en la policía, es auxiliar apenas pero créeme que se entera de todo y cuando escuchó sobre el pastor no dudo en decirme. Él sabe que nuestros padres asisten a la iglesia.

Increíble, jamás pensé que el padre de  Daniel fuese capaz de eso, bueno aún no se sabe si es verdad, pero si lo es que triste para Daniel y su familia.

Elías me dejo en la puerta de la escuela, caminé y entré. Muchos estudiantes estaban como locos estudiando, buscando apuntes, haciendo trabajos extras o rogándole a los profesores que le subieran la nota. Ninguno se quiere quedar en la escuela de verano.

Llegué al salón, vi a Danna leyendo quien sabe que cosa y a Steffy con el celular en la mano.

—Buenos días— les dije mientras me sentaba.

—No son buenos, me falta aprobar filosofía si no lo hago me quedaré en la escuela de verano— Danna volvió a su lectura.

—Eso pasa por no estudiar a tiempo—me susurró Steffy.

Asentí.

La maestra entró al salón haciendo que todos se silenciaran.

—Buenos días alumnos, como sabrán esta semana es la última oportunidad que tienen para recuperar todas las materias que tienen caídas, porqué si lo hacen los esperará la escuela de verano. Valerie, tu puedes salir conmigo estás bien. 

Le sonreí, tome mi bolso y salí. Lo último que escuché fue como hacían escándalo y un "Compró a las maestras" la verdad poco me importaba, me sentía feliz el ser una buena estudiante. Me agradaba no estar corriendo ni pidiéndoles a los profesores oportunidades o estar como loca estudiando rodas las materias en un día.

Saqué mi celular y vi que tenía un mensaje, hace cuatro minutos que Trevor lo había enviado.

Trevor

Te espero en el aula 107.

¿Pero qué?

¿Como que me espera? Ojalá sea una broma de mal gusto. Apresuré el paso entre los pasillos vacíos, subí las escaleras y llegue hasta la puerta marcada con un 107.

¿Será que entro? ¿Y si es una broma? La verdad no creo que él este aquí, es imposible. 

Abrí la puerta con cuidado y me encontré con un aula vacía, este lugar casi no se utilizaba era dónde solíamos guardar los artículos de biología, caminé por el lugar pero no había nada... O eso creía.

La puerta se cerró de golpe y unas manos rodearon mi cintura.

—¿Te he dicho lo duro que me pongo al verte en ese uniforme?

—¿Trevor? ¿Que haces acá?

—Quería verte y no iba a esperar hasta que salieras— él enterró su cara en mi cuello.

—Trevor basta, debes irte alguien te puede ver y…

—Shhh, nena nadie me verá.

—¿Cómo estás tan seguro? —Le pregunté, no podía creer que él estuviese aquí.

—Fácil le pague al vigilante y estará allá abajo echando un vistazo— dijo así sin más.

—¡¿Qué tú hiciste que?! —Oh Dios mío, si nos descubren… No quiero pensarlo.

—Relájate ¿Si? No es nada malo.

—¿Cómo que no? Trevor le diste dinero al vigilante.

—Si, el hombre lo necesita yo se lo di a cambio que me dejara entrar. Fácil.

—Debes irte, alguien nos puede ver y… ¡Ahg! —Un gemido salió de mi boca al sentir como Trevor ingresaba uno de sus dedos dentro de mí.

—Me dije que debía esperarte, que tenía que hacer las cosas bien. Pero, nena tú eres una maldita droga.

Me apoyé en la silla que estaba frente a mi, Trevor movía sus dedos dentro y fuera de mi; intentaba no hacer ruido, pero era imposible. Él quitó poco a poco los botones y abrió mi camisa escolar, tocando mis pechos por encima de mi brasier.

—Trevor por favor para—decía entre gemidos.

—Se que lo estas disfrutando, nena puedo sentir lo mojada y excitada que estás.

Trevor mordió mi oreja enviando una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. Él saco sus dedos de mi interior y se sentó en una silla, saco su miembro muy, muy despierto y me miró.

—Quiero tu hermosa boquita aquí —señaló hacia su entrepierna.

Yo mire hacía la puerta ¿Qué tal si alguien entraba? Podía meterme en muchos problemas.

—Nadie entrará, tranquila.

Me arrodillé frente a el y tomé su miembro con mis manos, lo toqué un poco de arriba abajo; Trevor cerró los ojos mientras se mordía los labios. Acerque mis labios hacia él y comencé a lamerlo como si fuese una paleta.

Sonrió al mirar hacia Trevor, él esta con la cabeza hacia atrás, sus ojos cerrados y su boca entre abierta susurrando varias palabrotas. Él toma mi cabello y comienza a jalarlo para marcar el ritmo.

Trevor alzó mi cabeza para alejarme de su miembro .

—Mierda nena, no me quiero llegar; no así. Quiero estar dentro de ti cuando eso pase— se levantó y me miró —pon tus rodillas en la silla, quiero intentar algo.

Trevor me ayudo a levantarme del suelo y yo me acomode como él dijo, puse mis rodillas en la silla dejando el espaldar de esta en mi pecho.

—Abre mas las piernas—dijo.

Separé mis piernas quedando totalmente expuesta.

—Deliciosa vista—sentí como él alzo mi falda escolar.

Sus manos acariciaron mis nalgas, sus dedos pasaban por toda mi humedad.

—Trevor—gemí cuando uno de sus dedos sobaba mi pequeño pero muy sensible botón.

—Ya sabes lo que tienes que decir—dijo, mientras aumentaba los movimientos de sus dedos.

—Ahhhg, por favor.

—¿Por favor qué? —Odiaba cuando comenzaba a hacer eso

—¡Trevor!—gemí de nuevo cuando esté me dio una nalgada.

—Dime, Valerie ¿Qué quieres? —miré hacía atrás y vi como se colocaba el preservativo.

—Te quiero dentro de mi, quiero que me hagas tuya.

Me mordí los labios para no gritar, cuando él entro en mi. Me aferré a la silla mientras él se movía dentro y fuera de mi; mi brasier se desprendió liberando mis pechos y sus manos subieron hasta ellos.

—Más, Trevor así— se que está mal estar haciendo esto en la escuela, pero se siente tan bien.

Me encanta escuchar sus gruñidos, me gusta sentir esa sensación de electricidad por mi cuerpo y esas cosquillas en mi vientre.

—Nena eres deliciosa, me encantas.

Yo gimo sin control mientas el aprieta más su agarre en mis pechos—Trevor, más rápido, me encanta.

El gruñe en respuesta acelerando sus movimientos, me encanta cuando hace eso. Siento como mi cabello cae por toda mi cara, mi boca esta seca y las piernas me tiemblan; por la posición y por…

—¡Ahg!

Él mordisquea mi cuello, mientras sigue moviéndose dentro de mí. Su miembro se adentra en mi con fuerza y hace que yo baje un pie y mi cuerpo se baje mientras subo mis caderas haciendo que Trevor tenga mas control al penetrarme.

—Ya no aguanto—le digo sintiendo mi cuerpo temblar.

Siento como mi cuerpo sede ante el vaivén de nuestros cuerpos y exploto en un mar de sensaciones, Trevor me sigue quedando loa dos exhaustos pero satisfechos.

Mi pecho sube y baja, mis pulmones tratan de recuperar el aire. Trevor me ayuda a levantarme poniéndome frente a él. Su boca ataca la mía en un beso salvaje, su lengua entra jugueteando con la mía.

—Me encantas—me dice cuando abandona mi boca.

—Tú también me encantas, me haces hacer las cosas más locas que jamás he hecho.

Él se ríe. Nos acomodamos la ropa y me siento en sus piernas cuando ya estamos cambiados de nuevo.

—¿Quieres acompañarme a un lugar hoy? —Dice mientras juega con mi cabello.

—Quisiera, pero sabes que tengo que hablar con Daniel. Debo terminar lo que hay entre nosotros.

Él gruñe en cuanto menciono su nombre—No quiero que vayas sola con él, yo te acompaño.

—No, se de lo que eres capaz no quiero que mates al pobre chico.

—No le haré nada, solo quiero dejarle claro que tú eres mi chica.

—¿Tu chica? —Pregunté—hasta dónde sé tú y yo no somos nada.

—¿Ah no? ¿Y lo que paso ahora que fue? ¿Una charla de amigos?

—Tú no me haz preguntado nada.

Él entendió lo que le quise decir.

—Bien, lo quería hacer de otra forma; pero ya que insistes.

Trevor se levantó de la silla, se colocó frente a mi y se arrodillo.

—Valerie, le concederías a este hombre, el cual esta loco por ti; ser su novia.

Le regale una enorme sonrisa mientras asentía.

—Haces que me convierta en un cursi de mierda, tú tienes la culpa.

—Me gustas así de cursi, pero ¿Sabes? Amo al loco y mal hablado de Trevor.

—Bueno ya qué estamos, yo amo cuando me gritas que te folle más duro. Nena quien te ve y eres toda una salvaje.

—¡Cállate! —Le di un golpe en el hombro.

—Es verdad. Ahora estaba gritándome como poseída, pensé que nos iban a descubrir.

—¡Basta! —Lo comencé a perseguir por todo el lugar.

—“Oh Trevor dame más, me encanta así” y yo digo “Oh nena me complace obedecerte”

Es un idiota, estúpido e intenso. Pero así lo amo.

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Buenas.

¿Cómo están? Yo acá bien, descargue la app de word y tachan creo que ahora si quedarán bien los guiones ¡Espero que si! T^T

¿Qué les pareció el capitulo?

Gracias a todos los que votan, comentan y me siguen. Miles y miles de gracias de verdad.

Sin más me despido 💕

Acá subo spoilers, imágenes y demás

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Acá subo spoilers, imágenes y demás. 🙈🌸

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