Apocalipsis

Un Mexicano

-eso es todo lo que tienen que saber.

-pobre, seguro pasó por muchas cosas. *le estaba diciendo a los chicos lo que había escuchado en aquella habitación, a mi lado estaba Ezequiel con la vista en el suelo y algo sonrojado aunque creo que le está dando fiebre, alguien no puede estar tanto tiempo sonrojado por un beso ¿verdad?*.

*Mi estómago gruñó llenando la habitación de un sonido parecido a una motocicleta con el mofle dañado, todos me miraron por un momento para luego empezar a reír como locos igualmente empecé a reír por el sonido de mi estómago al exigirme comida.

Por el momento simplemente lo ignoré, concentrándome en otra cosa como por ejemplo a cierto argentino que tenía al frente técnicamente escondido dentro de la ropa de su hermano, ahora que lo pienso se estaba comportando más raro de lo normal cuando fuimos atrapados y encerrados en esté lugar*.

-por cierto ¿qué le sucede a Miguel? Desde que estamos en este lugar se ha comportado más raro de lo que acostumbra *los argentinos se miraron entre sí pero cuando pensé que iban a dejar la pregunta al aire, Pablo finalmente habló*

-es algo complicado de explicar pero es por algo que sucedió en el pasado... ¿aún quieres saber?

-si, digo ¿se puede?

-bueno, lo que sucedió fue hace mucho tiempo atrás antes de que esto sucedería, Miguel tenía unos 9 años *miro a Stella para comprobar si su cálculo era correcto, al ver que ella asentía continuó su relato* era diciembre y como sabes en esos días todos se volvían locos comprando en las tiendas, nuestra familia tenía una tradición de juntarnos todos en la casa de alguno de nosotros  para pasar las festividades para no alargar la historia salimos a comprar algunos preparativos de último momento, al parecer había algo parecido a una búsqueda o una persecución por que habían muchos autos de la policía en las calles y detenían a algunos autos, al parecer la persona a quienes buscaban iba en un auto parecido al de nuestros padres  por lo que en vez de detener el auto emprendieron una persecución con este, terminando con un auto volcado,dos niños huérfanos y una familia devastada.

-pero... ¿no hicieron nada en contra de ellos, quiero decir de los policías que hicieron eso?

-bueno si, pero tuvimos que esperar mucho tiempo y gastar mucho dinero para poder hacerlo ya que todos realmente pensaba que nuestros tíos eran delincuentes pero con el tiempo se dio a conocer la verdad.

-oh... esperen, ¿pero qué tiene que ver qué un par de policías hayan matado a sus padres con que Miguel tenga miedo a ellos? *todos los presentes giraron a verme como si mi pregunta fuera la cosa más ridícula del mundo, incluso Ezequiel me miraba extraño*

-che lo dire de tal forma que un pibe como vos lo pueda entender, ellos creían que éramos hijos de delincuentes, nos encerraron por varios días en celdas aunque éramos sólo unos niños, nos maltrataron, nos miraban como si fuéramos garrapatas, ¿ahora lo entiendes?

-esto sí, por cierto tengo hambre... *susurre, Pablo suspiró y se giró hacia Miguel el cual estaba intentando acercarse a los barrotes*

-che Pablo creó que podemos salir de aquí por este lugar.

-oigan no me ignoren, tengo hambre.

-mira Ezequiel estamos viendo a un mexicano entrando en su face natural *se burló Stella señalándome, yo sólo le saqué la lengua*

*Paso un tiempo y no fue hasta lo que suponía era medianoche una de las chicas que trabajaban con Maria tragó consigo una charola llenada de comida, como se podían haber imaginado desde que el olor a sazón entró por mi nariz me levante corriendo acercándome hacia donde estaba ella casi arrebatándole mi porción de las manos, detrás de mi vinieron los demás siendo Ezequiel el último en llegar.

Este se quedó mirando por un rato el plato mirándonos a todos comer a gusto, detuve el tenedor a mitad de camino para acercarme hacia él*.

-¿qué sucede? No está envenenada...eso creó *susurre lo último para mi*

-no es por eso...

-¿entonces?

-está comida podría ser spicy

-¿spicy?

-picante *tradujo Pablo, que miraba a Ezequiel el cual agradecía de alguna forma con su mirada*

-yes, the food of Mexican siempre es picante...

-¿qué? Jaja puedes estar seguro de que esta no lo es.

-¿really?

-sep

*Como si lo que estuviera en el plato era lava, tomó casi temblando el tenedor y con lentitud lo entró en su boca, al principio parecía disgustarlo pero a los minutos una mueca empezó a nacer en su rostro*

-¡it is not true!

-pero si no es picante.

-¡claro que sí!

-jajaja a la próxima creó que deberías preguntarnos a nosotros primero *comento Miguel el cual estaba parecido que Ezequiel pero no se estaba conteniendo un poco por lo que no se notaba tanto*

-ustedes no aguantan nada.

-¡y ustedes deberían a aprender a cocinar sin tener que echarla a la comida casi un kilo de pimientos!

-no le echamos un kilo de pimientos a la comida *hice un mohín, cruzándome de brazos y mirar a otra parte pero se me pasó rápido porque nuevamente estaba comiendo*

-mexicanos...

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El fin espero que le haya gustado esta pequeña historia, por cierto espero que nadie se haya ofendido.

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