|Capítulo treinta y dos.|

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« — Uno, dos...y
tres besos. — »

Su frente estaba unida con la mia

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Su frente estaba unida con la mia. Ella mantenía los ojos cerrados, podía observar sus pestañas y las pocas pecas que adornaban su rostro, sus mejillas tenían un color rosado.

Abrió los ojos y me observó.

Rodeo sus brazos en mi cuerpo y yo escondí mi rostro en la curvatura de su cuello.

—Tranquilo Nick. Estoy aquí contigo. — susurro.

Me sentía mal, había visto a la chica que me gusto por años siendo desangrada en el baño, por culpa de los problemas que la absorbían. Y por otra parte estaba Clark, la chica que amaba sin duda, me sentía mal por haberla lastimado de aquella forma, no lo merecía.

—Chicos...— la voz de mamá llegó hasta mis oídos, me gire hacia ella. Su rostro estaba neutro. —Rosse, quiere verlos. — habló y puede ver como Clark fruncía su ceño.

Tome su mano captando su atención y efectivamente ella relajo su rostro cuando sus ojos marrones cayeron en mí.

Asentimos y caminamos hasta donde estaba la habitación de Rosse.

Toque la puerta y se escuchó un adelante por parte de su madre.

Entramos y Rosse nos miro a ambos. Se veía débil.

—Mamá podrías dejarnos solos. —dijo la pelirroja y la señora Hooven asintió y salió con Raider en brazos.

Estaba pálida, sus muñecas estaban vendadas y tenia una ultra venosa conectada a ella y sobre sus piernas estaba una sábana color azul.

—¿Como te sientes? — preguntó Clark quien aún tomaba mi mano.

—Creo que mejor. — le sonríe a la rubia a mi lado. —Clark...

Hablo y yo solo me quedé mirándolas.

—Gracias por lo que hiciste por mí, se que no merezco pero en verdad lo siento, por todo. —Clark asintió.

—Todo esta bien Rosse. — dijo y los ojos de la pelirroja se fijaron en mi.

—Gracias Nick, si no fuera por ti yo... —dice y se mira las manos con nerviosismo. — Gracias Nick. Gracias chicos. —nos mira. — hacen una linda pareja. — nos sonríe con sinceridad.

Las mejillas de clark se tiñen de rojo fuerte.

...

Un suspiro se escucha detrás de nosotros.— me huele a romance, de nuevo. — dice Bill Canturreando.

—Callate Bill. — dice mamá. — tu también deberías de decirle a Alana que te gusta. — mi hermano se enciende como una llamita de fuego.

—¡Mamá! — dice con los dientes apretados.

•Los Hermanos Black• | Terminada #1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora