.Cuatro.

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- ¡He vuelto! - dijo con una sonrisa.
Que pronto se apago al recibir el primer golpe.

- ¿¡Por que vienés tan tarde!?- el grito le hizo cubrir sus oídos con sus manos.

- L-la ma-mae- es-str-ra m-me ex-xp-pli-ic-ca-ba...- dijo con tartamudeos temeroso

- ¿¡Y tenías mi permiso!?- la mujer parecía cada vez mas exaltada y molesta. Claro, no estaba en aus cinco sentidos. Se encontraba ebria.

- N-no...- dijo el pequeño en un susurro bajito. Encogido en el lugar donde se encontraba parado.

- ¡¡Vete!! ¡No quiero verte! ¡Sal de mi vista ahora!- gritó la mujer exhasperada, amenazando al pequeño con la botella que había dejado en la mesa cercana.

Corrió a su habitación lo mas rápido que pudo, no era una casa grande pero aun así corrió, corrió por que no quería llorar, no quería estar triste, no quería ser golpeado por razones absurdas...

Él quería un abrazo que lo recibiría, quería un beso en sus mejillas antes de salir para la escuela y uno al regresar, quería comida caliente a la hora normal... él solo quería una casa que pintara colores de hogar.
Pero el recibía todo lo contrario.

En lugar de abrazos, golpes.
En lugar de atención, maltrato.
En lugar de ayuda, daño.
En vez de calor, frío.
En vez de sonrisas, lágrimas pintaban su rostro.
En vez de  alegrías, tristezas decoraban su vida...

No entendía, quería saber que hizo mal, pero no entendía...
Nadie le explicaba...

Su madre lo rechazaba...
Su padre nunca estaba en casa...
Él vivía encerrado en esa fría habitación...
Que cada vez parecía dañarlo más...

Toi et moi: Douleur Et Des Sourires~vhope~Where stories live. Discover now