Toi et moi: Douleur Et Des Sourires~vhope~

.Trece.

No. No. No. No.
¿Que hace aquí?
¿Tantos años esperando por que ellos aparecieran y lo hacen una semana después de que huí de casa?
No. ¿Y si me llevan?
Volverán a golpearme, y mamá dirá esas palabras que no me gusta escuchar y...y...y...

- ¿Tae?- escuche la voz de JiMin a mis espaladas, parecía que me estaba buscando.

- JiMin, él esta ahí...- dije sin mirarlo, tenía los ojos llorosos, ya no quiero volver soy feliz con ellos. No quiero volver al infierno que era mi vida, no deseo volver a tener miedo.

- No te preocupes, no podrá entrar a la escuela, además papá estará aquí en unos cuantos minutos, tranquilo- dijo mientras pasaba su mano en mi espalada tratando de calmarme

- Esta bien....- dije, ya mis lágrimas habían salido de nuevo y no iba a permitir que ese hombre me viera llorar.

Agradecía que solo mirara de lejos y como JiMin dijo no podrían llevarme a ningún lado, estamos en un lugar público así que no podía hacer nada, ¿pero si vuelve a parecer cuando este sólo?

- ¡¡¡Niños!!!

- ¡Vamos, es papá!- JiMin tomó mi mano para dirigirse a donde se encontraba el auto de su padre

- Sí...- traté de seguirle el paso lo más rápido.

- ¿Como les fue chicos?- preguntó el señor Park cuando ya nos encontrábamos dentro del auto.

- Muy bien papá, sabes ¡hoy no tengo tareas! ¡No puedo pedir más!- dijo JiMin emocionado

- ¡Eres un flojo JiMin!- se quejó el señor Park- Y a ti Tae, ¿cómo te fue?

- Pues... este viernes habrá una obra, y fui seleccionado como el actor principal- dije emocionado, después de todo no puedo vivir con miedo y voy a aprovechar todas las sonrisas y alegrías que tenga

- ¡Woah! ¡Eso es fantástico! ¿Podremos asistir?- dijo emocionado el señor Park.

- Estoy seguro que mamá querrá verte- dijo JiMin

- Claro que pueden ir, les traeré las invitaciones mañana- dije, es verdad ahora soy parte de una familia

Llegamos a casa, y todos hablaban de lo emocionante que seria verme actuar, y que quisieran que JiMin explotara mas su talento en el canto pero JiMin debatía diciendo que no le gusta el público a lo cual todos reíamos, y yo solo podía disfrutar de todo esto.
Al llegar a casa me recibían unos brazos preguntando si mi día había sido bueno, un plato de comida caliente, preguntas sobre como he estado, por las noches una cama donde duermo sin miedos, besos en mi frente, abrazos, a partir de hoy espero llorar pero solo de felicidad.

Tengo a mi mejor amigo, quien me ha apoyado con cada una de mis travesuras, me quiere y me trata como su hermano menor.
Los padres de JiMin, me han brindado lo que nunca pensé tener... Un hogar.

Si,  ahora lloraré de felicidad...