Capítulo VI

1K 54 1
                                    

Lily fue corriendo a socorrer a su amigo.

- ¡Esta vez te has pasado, James! - gritó con furia.

- Eso le enseñará a no atacarme mientras estoy distraido.

- Eres idiota...

- Lily... - susurró Severus. - Estoy bien. Déjame que me levante. 

- Espera y te ayudo.

- ¡No necesito tu ayuda! - dijo, con voz despreciable. - ¡Expelliarmus! ¡Everte Statum! ¡Expulso! - gritó dirijiendose a James y dandole de lleno. 

Sirius iba intervenir pero se interpuso Remus:

¡Titillando! - conjuró este último hacia Severus mientras que Peter estaba junto a James intentando espabilarlo. El hechizo Everte Statum aturde y desestabiliza al oponente, y mezclado con el Expulso, que te lanza por los aires, James estaba hecho polvo.

Severus estaba riendose a carcajadas, pero no era por James, sino por el encantamiento que Remus le acababa de lanzar, el encantamiento de cosquillas. Sirius, se estaba preparando para lanzar otro hechizo cuando Lily se interpuso en medio, cansada de ver a sus amigos en una pelea.

- ¡Quítate Evans! - gritó Severus.

-  ¡No! ¡Parad ya! Estoy harta, siempre os estáis peleando y ya os estáis pasando de la raya.

- ¡No voy a permitir que una Sangre Sucia como tú me impida ganar a esos pardillos!

- ¡No la llames de esa forma! - gritó a duras penas James, aunque todavía le costaba mucho incluso hablar.

- James...

- Lily, quítate, enserio, te harán daño... - susurró James, pero todos pudieron oírlo.

¡Petrificus Totalus! - gritó Sirius a Severus, cansado de todo.

Entonces llegó la profesora McGonagall:

- ¡Qué está pasando aquí! ¿¡Qué le pasa a Potter!? ¿¡Y a Snape!? ¡Señorita Evans, no me puedo creer que estés metida en este lío!

DecisionesWhere stories live. Discover now