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Quejosos y quejas

Muchos creen que la queja es una posible solución a sus problemas, sin darse cuenta de que lo único que logran con ella es mis queja y así sucesivamente, hasta verse atrapados en un círculo vicioso sin salida. La queja es una señal a la que hay que prestarle atención. El quejarse es producto de una acumulación de emociones reprimidas actuales y pasadas, muchas veces por no decir nada, y otras tantas por hablar en demasía.

En la sociedad en la que vivimos hay muchas personas que se quejan todo el tiempo. Necesitamos romper con esas costumbres, ese mal hábito, y ser libres de ese parloteo continuo que sólo nos trae más dolores de cabeza.

Y así como existe diversidad de quejosos, encontramos también diferentes clases de quejas. Analicemos algunas de ellas:

La Queja ociosa: es la más común entre personas que se quejan porque no hacen nada en todo el día, esas a las que " les sobra tiempo" . Se trata de personas que son capaces de transformar un pequeño detalle en una gran catástrofe. Siempre existe para ellas un " pero " , un obsticulo que sortear. Su hablar es una queja.

"Una mente productiva no tendrá tiempo para quejarse".

La Queja esporádica: es la que se hace eventualmente por diversos motivos, pensando que tal vez, al quejarnos, alguien se harácargo de solucionarnos el problema.

La Queja como «deporte favorito»: es la preferida entre personas que viven dentro del círculo de la queja; permanentemente viven quejándose. Quejas tras quejas.

La queja viciosa: el círculo de este tipo de queja es:
1. me quejo
2. alguien me escucha
3. el que me escucha no hace nada
4. me vuelvo a quejar, me vuelven a escuchar
5. el que me escuchó vuelve a quedarse sin hacer nada
6. me vuelvo a quejar, la persona me vuelve a escuchar y no hace nada
7. me quejo otra vez, pero a esta altura esa persona ya se acostumbró a mi queja y sabe que en mi discurso lo único que tiene lugar es « la queja» .

Es como cuando pasas por una casa y el perro te ladra; el primer día te atemorizas; por cierto al segundo día te vuelve a ladrar pero no te asustas tanto. A la otra semana, sabes que el perro te va a ladrar pero ya no te sorprende. Esto es lo mismo que sucede con las personas quejosas; el otro se acostumbra a su queja y lo último que querrá hacer es escucharla.

Ahora bien, ¿cómo obtener lo que necesito sin quejarme?

Si logramos relacionarnos con « el otro» con respeto lograremos lo que anhelamos. Hay manera y maneras de pedir aquello que anhelamos, y la queja continua no es la mejor forma de dar a conocer nuestra demanda. La queja sólo será un obstáculo y no te traerá ningún beneficio, sólo amargura.

El tiempo que perdemos quejándonos podríamos aprovecharlo buscando soluciones y sacándole provecho a la situación por la que estamos pasando. Revierte todo lo que está a tu alcance y busca el lado bueno a tus circunstancias.

Es importante que nuestras mentes estpn siempre ocupadas, ya sea trabajando, estudiando o perfeccionándonos. Procura hacer siempre algo productivo de manera tal que la queja no tenga espacio en tu vida. No dejemos nuestra mente ociosa. Mantente ocupado, con la visión en tus sueños, libera tu potencial y usa toda la creatividad que tienes a favor tuyo. Olvida la queja, erradícala de tu vida, y verás que todo te va a salir como lo estás esperando.

Gente tóxica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora