Bajo su Dominación © | Libros 1 y 2 (Borrador)

Capítulo 3

El joven le sonríe y se acerca un poco para abrochar el cinturón de seguridad en Marie, luego hace lo mismo con el suyo.

Gabriel enciende el auto, y con las manos al volante va a ponerlo en marcha cuando cruza miradas con la bella Marie.

Notó que ella se veía tan frágil, tan vulnerable, tan débil y desolada, sus ojos rojos por el llanto, no podía creer lo mucho que eso lo conmovió, inclusive así, pensó, que ante sus ojos ella se veía tan hermosa, con lagrimas, sin lagrimas, enojada, triste, feliz, de todas las maneras posibles, ella se veía tan hermosa para el. Pudo detallarla tan bien para notar todas sus facetas en tan poco tiempo y así aun parecerle mas hermosa.

No entendía el porque de ello. O tal vez si lo entendía, mas no lo aceptaba, ni lo aceptaría jamás.

Los segundos pasaban y ellos seguían allí, mirándose intensamente, Gabriel apretaba el volante con fuerza y Marie con sus manos hecha nudos sin saber que hacer le mantenía la mirada sin pestañear.

Ella tampoco había vivido algo así jamás, ni con el padre de su hija del cual ya no sabe de su paradero desde que se mudo a Baltimore, y por el cual nunca sintió nada más que cariño. Ella nunca amo a nadie y tampoco pensaba hacerlo.

Pero en ese momento, en ese instante, los dos jóvenes sintieron lo que nunca antes les fue posible sentir por nadie jamás. Absoluto y sincero amor. Sus miradas lo decían todo.

Era imposible.

Pero al mismo tiempo era posible.

Chispas volaban frente a ellos, en el aire y la intensidad era tan fuerte que sus respiraciones se hicieron inestables, cortantes y pesadas, sin necesidad de tocarse ellos estaban en otra dimensión.

¿Que estas haciéndome?

Marie, sin saber lo que hacia en ese momento, impulsada por la mirada tan intimidante de Gabriel muerde leve, suave y sensual su labio inferior.

El joven al ver esto siente como toda su piel se eriza y sin más, el se aclara la garganta, luego traga fuerte y pesadamente. Los músculos en su mandíbula cobran vida al apretar los dientes. Pero segundos después, Gabriel con pesar aparta la mirada de Marie y pone en marcha su auto.

¿Que demonios fue eso? Mierda.. tan sexy.. tan inocente. Tan, tan ella.

Su bestia salto exasperado.

¡Estúpido! Mejor llévala a casa. Va a volvernos locos. ¡Locos locos...!

La joven sonrojada por lo ocurrido también aparta su mirada de Gabriel y vuelve la vista hacia la ventanilla viendo los autos pasar.

Pero minutos después no pudo mas con la intriga.

-¿A donde iremos?

-Ya lo veras.

Una sonrisa suave sale de Gabriel y le fue correspondida.

Marie observa detalladamente como salen del pequeño distrito de Fells Point.

-¿Iremos al norte o mas al sur? -Pregunta intrigada.

-No seas tan curiosa.

-Solo quiero saber. . -Hace pucheros.

-No comas ansias Marie. -Un guiño sale de Gabriel.

Unos cinco minutos después ve como pasan de cerca las costas de la Bahía de Chesapeake, y toman la ruta 65. Marie se pregunta si saldrán de la ciudad de Baltimore o si irán mas allá del sur de la misma.

12:36AM

Se encuentran justo al sur de la cuenca del Puerto Interior, están en el distrito de Federal Hills y Gabriel se dirige específicamente a la colina de Federal Hills Park.