ciento dos.

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Salí de la clase junto con Renjun. Caminamos hacia su clase, la cual estaba más cerca que la mía.

"Te juro que te debo una. Ya no sé cuántas van, al final te deberé tanto que me convertiré en tu criada." exageré.

"Qué dramática. No ha sido para tanto. Si un día me pasa a mí y no hago los deberes, tú me los dejarías, ¿no?"

"Pues claro."

"Pues ya no me debes nada." sonrió. "Hemos llegado."

"Nos vemos luego." me despedí. Caminé hacia mi clase.

Pude ver cómo muchas personas susurraban y cuchicheaban entre ellas. Era una situación extraña, porque esta vez sí que sentía que me miraban a mí, parecía que hablaban de algo que tenía que ver conmigo, pero simplemente eran paranoias.

Me senté en uno de los asientos de atrás, esperando a que el profesor llegara. Pero, de repente, miré hacia la puerta y vi en el pasillo a Jaemin. ¡A Jaemin! Llevaba días desaparecido, no lo había visto desde la fiesta y no tenía ni idea de si estaba bien o no. Todos pensamos que no volvería, para unos era un alivio y para otros no. Había estado preocupada por él durante los días en que no sabía nada de él, pero ahora había vuelto y no sabía cómo reaccionar. Recuerdo que Renjun me dijo que aquello que me pasó en la fiesta lo había hecho él, pero no lo creí. No pensaba que Jaemin fuera ese tipo de persona.

Vi cómo me miró desde el pasillo, mientras hablaba con sus amigos. Sonrió y comenzó a caminar hacia mí. Pensé en mirar hacia otro lado y fingir que no lo había visto, pero no pude evitar observar cómo se acercaba.

"Buenos días, señorita." se tiró a la silla que estaba a mi lado como si de un sofá se tratara. "¿Cómo ha estado estos días sin mí?"

"Tampoco pienses que no he sobrevivido. Ha estado bien un poco de descanso." dije, de forma descarada, pero burlona. Jaemin se llevó una mano al corazón, fingiendo que se había ofendido. Era imposible que alguien fuera la persona que todos decían que era. Había escuchado barbaridades como que era manipulador, se metía en todas las peleas que podía, practicaba vandalismo por simple diversión, trataba mal a muchas chicas y cada semana se acostaba con una diferente -cosa que me sonaba a disparate, a pesar de que era alguien que se llevaba a las chicas fácilmente-. Para mí era muy dulce y gracioso, y no permitiría que nadie cambiara mi opinión sobre él.

"¿Qué piensas?"

"¿Eh?"

"Tu cara ha cambiado, parecía que estabas hipnotizada y te has puesto a mirar hacia el frente. ¿Te pasa algo?"

"No, simplemente estaba pensando."

"Y de ahí la pregunta: ¿qué piensas?"

"Nada importante."

"Buenos días." el profesor entró por la puerta.

"Cuánto tiempo sin vernos, ¿no?" exclamó Jaemin hacia el profesor, haciendo que toda la clase lo escuchara. El profesor puso los ojos en blanco. Sí, todos los profesores estaban cansados de Jaemin.

"No sabes cuánto me alegra que hayas vuelto de tu expulsión." dijo el profesor, en tono de ironía.

"Vacaciones." lo corrigió Jaemin.

"¿Te expulsaron?" susurré, sorprendida.

"Sí, pero no te preocupes. Ya estoy aquí de vuelta, y ese castigo no ha hecho que deje de hacer lo que me gusta."

once again || huang renjunWhere stories live. Discover now