Respuestas e imprevistos

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En algún momento debía afrontarlo.

No es como si lo deseara, si era sincero. Todo lo que habría querido se reduciría a permanecer ahí, estrechándola entre sus brazos, pero no podía, al menos no de momento.

Sí que adoraba tenerla tan cerca, sintiendo su cuerpo brindándole toda la paz que siempre buscó. Era increíble haber dormido siquiera unas horas, lo que significaba mucho, tomando en cuenta su pésima rutina de sueño por los últimos días.

Evitarla nunca sería la opción.

Lo intentó, claro que lo hizo, pero lograrlo sería algo que difícilmente conseguiría, sobre todo siendo ella tan terca. Sonrió, recordando la noche anterior como el buen comienzo de algo que llevaba buscando demasiado tiempo.

Al inicio creyó que podría hacerle frente a todo solo, que estaría preparado para afrontar el fantasma de Sirius. Qué ingenuo.
Cómo siempre, ella accedió a acompañarlo y saber que se encontraba a solo unas habitaciones de la suya, bajo el mismo techo, lo tranquilizó lo suficiente como para no ceder a los malos recuerdos. Sin embargo, la hizo a un lado, no lo deseaba, claro, pero en su momento lo creyó necesario.

No sabía en qué estaba metiéndose y hasta no estarlo, involucrar a Hermione sería un error. Ahora, agradeció, ella estaba ahí, durmiendo plácidamente en sus brazos. De nuevo, ella había renunciado a su familia por él, de nuevo, les había dejado atrás en cuanto Harry la necesitó.

Por mucho que él se repitió que era por una causa que buscaba el bien y, quizás de un modo egoísta que también lo hacía por él, lo último que desearía era involucrarla más de lo necesario.

¿Qué hizo en su lugar? Volvió a comportarse como un idiota egoísta, permitiéndole acompañarle solo para tenerla cerca, como debió suponerlo, ella se negó rotundamente. Su rebeldía era una de las cosas que adoraba.

Harry sabía que si seguía ahí, mirándola dormir con sus brazos rodeándolo, podría terminar accediendo si ella quería acompañarlo al despertar.

No podría atrasar más lo inevitable como lo hizo la noche anterior. Besarla antes de marcharse, darle malas excusas y pocas explicaciones terminó por ser insuficiente. Harry ya lo suponía.

Algo que se vio confirmando cuando la encontró lista para irse, con las maletas hechas y una furia poco contenida. Al ver su mirada atravesándolo, presa de la decepción Harry terminó por entrar en pánico ante su posible abandono. Intentó explicarle el motivo de sus acciones y hacerla entrar en razón, algo que difícilmente funcionó.

Parecía tan decidida e indignada que rápidamente se convirtió en una tarea casi imposible. Hermione y él pocas veces discutían, durante sus primeros años en el colegio es como funcionó su amistad, aún cuando él llegó a comportarse como un idiota, siendo tan inmaduro y terco como pudo serlo siendo un adolescente. Por su parte, Hermione se dedicaría a hacerla entrar en razón, pese a siempre terminar aceptando sus planes sin recriminarle nada.

Inconscientemente, Harry comenzó a sentirla tan segura, dando por sentado su presencia, que ella siempre estaría a su lado...
Debió ser más agradecido, debió haber hecho tantas cosas que ahora se seguía preguntando la razón por la que ella le permitió traspasar las fronteras de su amistad.

Después de la guerra sería una mentira decirse que no comenzó a buscar en ella más que una buena amiga. No, no tenía caso negárselo, después de todo, no la veía como a una hermana. 

Al inicio, cuando todo terminó Harry se alegró genuinamente de creerla feliz al lado de Ron en lo que consideró, un enamoramiento que sus dos amigos llevaban demasiado tiempo esperando para concretar. Siendo sus mejores amigos era lo mínimo que podía esperar para ambos. Que encontraran la felicidad y, si eso era en el otro, se alegraría.

Into you  (Harry Y Hermione) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora