Capitulo 48

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Capítulo 48

{Tu}

Salí del ascensor a duras penas; arrastrando mis pies y respirando con mucha dificultad, pero ya estaba ahí y me sentía más a salvo que en cualquier otro lugar. Me recargué en la pared para tomar aire y llevé mi mano a mi nariz. Tenía sangre, demonios. Me dio un ataque en el auto de Vale antes de bajar, ella estaba llorando totalmente asustada de que algo peor pudiera pasar, insistió mil veces en llevarme a un hospital, incluso arrancó el auto decidida a llevarme pero abrí la puerta y amenace con tirarme. No lo iba a hacer pero eso hizo que Vale parara.

Traté de comportarme después como si mágicamente todo estuviera bien para no asustarla aún más, le rogué para que no le dijera nada a Niall y al parecer la convencí. Pero no podía fingir conmigo misma el dolor, me dolía el pecho más que con cualquier otro ataque; esos últimos días estaba terriblemente asustada de mi muerte, más que de costumbre, porque sabía que cualquier momento podía caer muerta de algún ataque y saber eso no era nada lindo.

Mis uñas se estaban poniendo amarillas y se rompían con facilidad, era totalmente asqueroso; el cabello se me estaba cayendo y yo me sentía cada día que pasaba con menos fuerzas. Se volvía cada vez más y más difícil para una persona tan débil como lo era yo sobrevivir a eso. Ni siquiera yo entendía bien porque razón lo aguantaba. Me limpié la nariz y las lágrimas con el interior de mi blusa pero al parecer no me dejaba de sangrar. Puse la cabeza hacia atrás y deseé que Niall no me pusiera tanta atención para que no notara nada.

Me quedé unos minutos afuera hasta que todo estaba bien, dentro de lo que cabe. Me dejó de sangrar la nariz y ya había cogido un poco de aire. Saqué las llaves y abrí la puerta de entrada. Niall saltó asustado cuando me vio entrar. Tiró su computadora al piso, metió algo debajo del sillón y se levantó rápidamente tropezándose de la manera más perfecta con un cojín tirado, se paró derecho y me miró con un aspecto adorable, cómo de un niño pequeño que acababa de ser descubierto en alguna travesura.

— ¿Estabas… viendo pornografía? —pregunté con la boca abierta. Él negó con la cabeza fuertemente y empezó a balbucear.

— ¿Qué? no ¡Claro que no! Yo solo estaba…

—está bien, Niall —cerré la puerta a mis espaldas y caminé hacia dentro con una sonrisa. —solo… Lávate las manos ¿Si?

—tengo las manos limpias ¡Por Dios, que malpensada! No estaba haciendo eso

—Te creo Niall —mentí —pero voy a estar más tranquila si te lavas las manos. Eso sí, no voy a volver a tocar esa computadora…

—___ estoy hablando en serio —se acercó a mí preocupado e hice mohín de retroceder horrorizada. Él me miró con los ojos entrecerrados. —Solo me asusté porque abriste de repente.

—sí, claro… ¿Qué escondiste debajo del sillón, eh? —pregunté acercándome al sillón. Él me tomó del brazo para que no fuera.

—no es nada, ____ —me dijo tratando de ocultar que estaba desesperado. Me gustaba verlo así.

— ¿Te estabas drogando? —abrí la boca muy grande. Yo sabía que no se estaba drogando o algo así, pero verlo asustado me daba gracia. ¿Drogando y masturbando? El empezó a reír nervioso.

— ¿Estás hablando en serio? Solo estaba… Pues estaba tocando la guitarra un poco

—de acuerdo. No te creo pero me da igual. —Puse mi mano en su cara y le di unas palmaditas suaves —¿Me vas a enseñar ya?

El sonrió incómodo y tomó la guitarra del piso. Yo me senté en el sillón. Niall nunca me había dicho que tocaba la guitarra, eso era como, no lo sé ¡Lo más genial del universo! Mi amor por el creció, si eso podía ser posible, y cuando me dijo que sí me enseñaría quise gritar de la emoción; bueno, de hecho si grité. Solo porque estaba muy feliz. Se aclaró la garganta varias veces antes de sentarse a mi lado con la guitarra en las piernas.

—Espera, primero tócame una canción —pedí emocionada. Si, si, si, cántame una canción de amor. Él se me quedó viendo cómo diciendo algo con los ojos que no pude descifrar y soltó el aire de repente. Cualquiera… la que te salga mejor

—de acuerdo, solo… Déjame pensar cuál te toco… De todas las miles de canciones que me sé, porque son muchas y… —se pasó la lengua por los labios y bajó la cabeza concentrándose en la guitarra.

Ahora a todas sus magníficas virtudes le voy a atribuir “músico”. Es de verdad el hombre más perfecto en el mundo. ¿Hay algo en lo que sea malo o que no sepa hacer?

Empezó a tocar algunos acordes y justo cuando tomó aire, alguien tocó la puerta. Niall suspiró pareciendo aliviado.

— ¿Estabas esperando a alguien? —le pregunté con el ceño fruncido. Él negó y se levantó para abrir la puerta. Yo estiré y volteé para ver quién era.

La puta de Agustina estaba parada en el umbral con los ojos y la nariz roja. Ella no me podía ver pero yo sí, y aun toda llorosa se veía bonita esa mugrosa. Sollozó fuertemente y se tiró a los brazos de Niall. Él retrocedió asombrado pero la tomó tiernamente entre sus brazos. Entonces la dura mirada de Agustina se posó en mí.

—De verdad necesito hablar contigo a solas —volvió su mirada a él— es muy importante, Nialler.

—oh, está bien —la abrazó otra vez y me miró por la espalda de ella. Me hizo una mueca de que no sabía que se traía entre manos— vamos a hablar a mi habitación.

—De acuerdo —se alejó de su cuerpo y caminó con la cabeza gacha por el pasillo sin mirarme de nuevo.

La Lista (Niall y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora