58. Cita a ciegas

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Diana.

Estaba bebiendo agua de manzanilla, mientras veía como la nieve estaba cubriendo la nueva casa que teníamos Mad, Sean y yo.

El dinero que él me depositada lo utilice en esto, tenía que dejar la casa de Maura. Porque ver las fotos de él me afectaba, aún que no se mencionara el tema, era la única manera que lo superaría.

Habían pasado diez meses desde que mi vida se había destruido por completo, solo las sesiones con el psicólogo me ayudaban a estar algo mejor. Tambien la meditación y el yoga.

Claramente ya no era la Diana de antes y si por mí hubiera sido me habría alejado antes de Maura. Pero mis amigos me dijieron que tomara todo con tiempo.

Volví a la universidad y si era una mantenida de él pero no tenía las fuerzas y energías para hacerme la orgullosa. Solo trataba de estabilizarme para alejarme de él totalmente.

Mi cuerpo seguía enfermo aun que fingiera estar bien, de a poco mis amigos se han relajado conmigo, antes eran unos sobreprotectores, ahora simplemente finjo estar bien.

Creo que hago un gran trabajo hasta que me toca otra dolorosa sesión con el psicólogo, ahí es donde lloro y boto todo. Es el único que sabe como él me destruye cada día.

Mis manos estaban congeladas y otra vez comenzaban a dolerme las articulaciones, después de él mi cuerpo a estado débil. Sean incluso me encuentra más delgada.

Yo me encuentro normal físicamente, tal vez con el cabello más largo, más palida y con mi mirada perdida. Eso lo único que puedo confirmar.

No he sido feliz desde ese día, hay momento buenos y memorables de estos meses con los chicos por ejemplo mudarnos juntos.

Ir a fiestas, porque si, me obligan ir a fiestas a encontrar un reemplazo para él pero solo bebo hasta que Sean me traiga a caballito.

Y bueno, no se cuanto durara esto, pero ya era 2017 y él sacaría su maldito disco. Solo oía hablar de Flicker por todos lados y nisiquiera estaba a la venta.

Flicker es, sera y lo escribí casi completamente por ti. Espero que creas en estas palabras.

Tire mi taza molesta rompiéndose a pedazos en mi cuarto. Lo odiaba, lo extrañaba, lo amaba tanto todavía...

Comencé llorar después de cerciorarme que Mad ni Sean estuvieran en casa. Sentaba en el piso del baño lloraba otra vez por él.

Me sentía tan vacía, tan sola...simplemente figir, era lo único que hacía mi vida algo más fácil. Es como si me ahogara cada vez que recordaba esos ojos azules.

Estaba calmando mis sollozos cuando escuche la puerta de casa. Me levante débil y me lave la cara.

Respire y conté hasta diez.

-¡Didi!- era Mad

-¿Que hay Mad?-sonreí

-¿Que hace tu taza favorita rota?-me miro extrañada y preocupada

-Mal movimiento y se me cayo...sabes que he estado algo torpe estos días-me sonroje

-¿Siguen tus dolores de manos?-negue

-No, claro que no-la mire a los ojos y note como se relajaba

-Okey, bueno muchacha te consegui una cita a ciegas, asi que nos vestiremos formal-sonrio

-¿Que? Mad, te he dicho que no

-Claro que si, aun que sea un buen polvo, no puedes estar pensando en el innombrable todos los días

-Yo no pienso en-me corto

-Te he aprendido a conocer amiga, necesitas un clavo que saque el anterior eso es todo

-Ojala fuera tan fácil

-Solo intentalo ¿Si?

-Ugh, okey ¿Por donde lo conseguiste?

-Sean lo hizo en esas paginas de citas, llamas mucho la atención eh-reimos

-¿Entonces no lo conocen?

-Nop, pero tenían gustos parecidos, asi que eso fue suficiente y odia el sabor de los camarones son almas gemelas Didi

-Si, como tu digas-negue riendo

-Bueno, te pondremos muy guapa y para eso-saco la rasuradora- Amiga es momento que te rasures, te amo, pero desde que dejaste al innombrable ni las piernas te rasuras

-Claro que si idiota-le di un zape y se comenzo a reir

-Bueno veamos que ropa tenemos por aquí.

Termine utilizando un vestido amarillo chillón de Maddie, me aliso el pelo y yo con resignación me sente en la mesa preparada para conocer al chico. Solo pedía que no fuera un jodido violador.

Miraba mi celular y ya estaba comenzando a molestarme. La cita era las ocho y ya eran las nueve.

Era mi cuarto jugo y decidí irme, el tipo era un idiota, me sentía mal por hecho de que me haya dejado plantada y también porque me meti a twitter después de meses.

Él había seguido con su vida. Sus ojos se veían brillantes, vivos y su sonrisa de relajación me dañaron. ¿En serio estaba sufriendo por un cobarde?

Llegue a casa como a las diez y media, al entrar vi como Sean, Gael (su novio), Mad y Liam me miraban expectantes.

-¿Qué?-dije confundida

-¿Como era?-dijo Liam

-No llegó-mi voz se quebró un poco, negue y solo subí al cuarto.

No me molestaron lo que resto la noche y se los agradecí, porque después de meses volvi a colocarme su sudadera.

Su olor...¿Como seguía viviendo?

Niall.

Mierda, no me podía pasar esto, no ahora. El jodido auto no se encendía, luego de tratar de hacerme el valiente queria volver a ella...me costo dos meses poder convencer a Mad y a Liam para que me ayudaran. Esto estaba yéndose a la mierda.

Okey, no me tengo que desesperar, llame a la grúa y me dijieron que en quince minutos estarían aquí. Arregle mi traje y mi cabello nervioso ¿Como estara Didi?

Diez meses y solo se que se volvio callada, apagada y reservada. Eso escuchaba cada vez que hablaba con Liam.

Me odiaba tanto, pero no me arrepiento de haberlo hecho, me sirvió para entenderlo, era la chica con la cual quería estar toda mi vida.

Mire la hora y bufe, trate de pedir un móvil y nada ¿Acaso no ven que tenía una cita?

Termine resignado y con la esperanza de verla, me fui caminando al restaurante. Que patético dios.

Antes de entrar la vi. Ahí estaba tan hermosa como la recordaba...sentí miedo. No, no puedo.

La vi levantarse molesta y me iba acercar cuando Liam me llamo. Tome mi teléfono para ponerlo y silencio, cuando volví mi mirada sobre Diana ella ya no estaba.

La había cagado una vez más.

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¡Nuevo Capítulo! Espero que les guste ❤ gracias por votar y comentar en el capítulo anterior

Este esta sin editar, luego lo resubire.

-9 capítulos.

Secret Love. «Niall Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora