Capitulo 5- Loco amor

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Wirt esa mañana se había levantado tosiendo, sólo paró cuando sintió en su lengua algo plano y acartonado, metió sus dedos en la boca y su lengua sacó una hoja color rojizas que dejo a Wirt nadando en la confusión, se encogió de hombros y tiró la hoja seca hacia sus espaldas saliendo del granero a buscar madera.

-¿Que haces?-esa grave voz de nuevo, y para sorpresa de Wirt, no dio ningún salto, ningún suspiro, nada, no se había asustado.
-Voy a buscar madera-respondió como si fuera algo obvio-Me dijiste que jamás dejara acabar la leña.
-Pero tienes bastante aceite para varios días ¿no?
-Si, de echo si, pero...
-Entonces no hay la necesidad de que gastes tu energía en algo que no es necesario en estos momentos-le hablo con serenidad sorprendiendo mucho al chico.

La bestia siempre le decía que fuera a recoger madera no importara que, por ello, tal sorpresa se llevo cuando le dijo que no era necesario hoy, que en otras palabras sería Tomate un descanso, el chico entro nuevamente su pequeña carrera roja al molino preguntándose que se supone que hará entonces ya que no recogerá madera.

-¿Entonces que quieres que haga?-hablo Wirt en un tono amable, a lo cual, dio un respingo ya que nunca le había hablado de esa manera.
-Sígueme peregrino...-y a lo que se refiere seguir, Wirt sólo caminaba junto a la sombra que tenía enfrente a pasos lentos, ¿a dónde lo llevaba? ¿Que haría?

Cada vez se adentraban más en el bosque, hasta que el adolescente se percató de que por primera vez llegaron al límite del seco y viejo bosque, al otro lado habían colores vivos y árboles llenos de hojas verdes, a lo lejos vio una casa y Wirt ladeo la cabeza de confusión.

-Allí es donde vive tu amiga que era un ave... Deja la linterna conmigo y ve a saludarla...-Wirt estaba aún más confundido ¿esto será una trampa? No tenía mucha pinta de echo.
-Pero dijiste que jamás debía salir del bosque.
-Se lo que dije, pero ahora te ordeno que vayas con ella sólo un rato, pero nada más, te quiero aquí en menos de una hora-sonaba muy frío, casi como si lo estuviera regañando, pero para Wirt aquello sonó algo realmente... Lindo, no era tan malo después de todo.
-Gracias...
-No me agradezcas, no deberías de darme tus agradecimientos.

Wirt no dijo nada más y salido para saludar a Beatrice y toda su familia, la madre de la chica le ofreció tierra (comida para ellos) y pudo saborear algo que no eran manzanas, aunque, no le molestaba para nada, no se quejaba de comer manzanas, y en la comida, tuvo que esquivar muchas pregunta de porque o como había llegado, preguntaron por Greg y por ese lado tuvo que inventar también muchas historia inciertas.

Y tal como le ordeno la bestia, Wirt volvió sólo una hora después, el ser malignó pudo ver sonreír al adolescente mientras este le balbuceaba lo que paso, admitía que no le prestaba atención ya que sólo lo veía en silencio, como si estuviera tratando de ver algo.

De camino al molino oscureció bastante rápido, caminaban en silencio y Wirt tenía muchas palabras atascadas tanto en su cerebro como en su lengua, y una mínima parte en el corazón, este miro la sombra (por milésima vez) que tenía enfrente, y recalco.

-Quiero verte fuera de la oscuridad-no quería tartamudear ahora, quería que su petición fuera cumplida, más que por la curiosidad, tenía la necesidad de ver a la criatura que tanto temen en este lugar.
-Creí haberte dicho que eso no será posible.
-Porque, no es justo, ¿como se supone que pasare toda la vida cumpliendo los deberes de una sombra de la cual jamás he vista.
-Créeme, es mejor así.

Wirt curvó sus cejas de enojo y paró el paso, la bestia lo escucho y vio que el adolescente no se movería de allí hasta obtener lo que quería, se veía firme y decidido.

-Camina...
-No... Muestrate bestia...

La criatura se empezó a impacientar con el chico, se le quedo viendo en un intento fallido de asustarle, pero Wirt, a pesar de que le recorrió un pequeño temblor, segui firme a su decisión. La bestia se acercó peligrosamente a Wirt haciendo que este abra más su mirada, de entre las sobras del bosque, con la luz de la llama de la linterna la bestia fue dejándose ver poco a poco, acercando su monstruoso rostro a la adorable cara de Wirt, el adolescente dio un salto de sorpresa mirando atentamente a lo que todos llamaban allí, la bestia.

-¿Estas satisfecho ahora? Mira al monstruo que tienes que obedecer, mira quien te quitó tu libertad-Wirt seguía callado viendo expectante la figura que tenía tan cerca cara a cara-Espero que después de esto dejes tu insistencia por querer ver a la bestia.

Hablaba con autoridad tratando de asustar aún más a Wirt, pero el chico no lo veía así, con su mano libre colocó su cálida palma donde se supone que estaría la mejilla del monstruo, haciendo callar a la criatura, ladeo la cabeza y elevo su altura poniéndose de puntillas y cerró sus ojos besando la zona donde debería estar su frente.

Sorprendido, estupefacto, boquiabierto, congelado, y muchas más palabras podrían definir el estado emocional del ser que se supone es la cosa más malvada que existe. ¿Qué era aquella sensación? ¿Qué hacia? ¿Esas eran muestras de afecto? ¿Porque lo hacia?

-¿Porque... Hiciste eso?
-Tu apariencia no te hace un monstruo, si no tus malas decisiones ya que realmente eres alguien amable, y eso puede cambiar-Wirt sonrió débilmente aún viendo la fusión de asombro y enternecimiento que tenia la "maligna" criatura. La bestia llevo sus delgadas y afiladas manos al rostro de Wirt viendo que no tenía ni una pizca de miedo, e hizo la misma acción de poner sus palmas de las manos el las mejillas del chico, sin embargo las manos de la bestia eran frías a diferencia de las suyas, pero para Wirt, era el más insignificante de los detalles.

Beauty and the beastWhere stories live. Discover now