Capitulo 8- El viejo viento del norte

886 114 7
                                    

La bruja Cleese, quizás no una bruja tan conocido como para temerle y que todos supieran de ella, pero eso no dejaba que ella no fuera peligrosa, se alimenta del dolor, de esas almas podridas que no son capaces de sentir, y al no proporcionar ningún tipo de afecto, les quita lo que más anhelan. Está al asecho en cada rincón para aprovecharse de una situación o encantamientos que pueda alterar, quizás era igual o peor de lo que fue Adeleide.

Wirt y la bestia después de terminar de recoger la leña de Edelwood para la linterna, se quedaron viendo al horizonte de una gran vista de lo desconocido desde el espantoso bosque seco, estaban en silencio disfrutando de la vista muy juntos, Wirt había dejado la lámpara a un lado para adentre en la oscuridad junto a la bestia, oscuridad que dejo de temer hace bastante tiempo. La bestia, con sus largos dedos acariciaba el rostro y cabello del adolescente, y a pesar de que disfrutaba mucho su compañía su ansiedad y preocupación aumentó al ver que al chico ayer le habían empezado a crecer ramas como cuernos (al igual que él), su piel se había vuelto más pálidos y unas ojeras enormes se formaron debajo de sus caídos ojos, a medida que pasaba el tiempo crecía su afecto hacia el muchachos, pero a la vez este se ponía peor ¿que le ocurría?

Sin embargo, por más mal que estuviera Wirt, este siempre le daba muestras de afecto al ser oscuro, caricias con sus ahora frías manos, besos, que por más extraño que fuera, eso a ninguno de los dos parecía molestarle o inquietarle.

-Wirt... ¿Cómo te sientes aquí?-pregunto ya que no quería decirle (por millonésima vez) que si se sentía bien.
-Bien-dio una pequeña risa-es gracioso ya que creí que sufriría siempre, aunque... Si, extraño a mi hermano y familia pero, bestia, haz demostrado ser alguien amable y por eso me siento feliz y cómodo de estar aquí-sonrió con esfuerzo, pero era una sonrisa sincera, la bestia se le quedo viendo un largo rato hasta que fijo su vista con tristeza hacia el horizonte.
-Por allí-señalo la criatura con sus dedos-más allá de donde está el granero de las calabazas, está la salida a lo desconocido.
-¿Porque me dices eso?-pregunto débilmente el adolescente en un dulce tono, a la bestia se le encogió el "corazón" al ver su mirada, ya no quería, no disfrutaba hacerle esto.
-Porque ya no quiero que me sirvas... Eres libre-El chico lo miro muy sorprendido como si hubiera recuperado un poco de fuerza de golpe.
-Pero me quede por Greg, ¿quien cuidara de la linterna?-al parecer el alma de la bestia le preocupaba más que su libertad, que ironía.
-De eso me encargare yo de ahora en adelante, no tienes porque preocuparte-ante sus lentas y acogedoras palabras Wirt miro al horizonte varias veces antes de mirarle a él.
-Ven conmigo... Quizás, de alguna manera puedas volver a como eras antes.
-Wirt, eso fue hace muchos años, aún me fuera contigo, lo único que encontrarían de mi serían huesos. Yo pertenezco a este mundo...
-Entonces... Me quedare.
-No puedes hacer eso, extrañas a tu familia, ve con ellos, no tienes porque estar conmigo.
-Pero yo quiero estar contigo, no quiero dejarte...-colocó su pequeña mano en la cara de la bestia, haciendo que está se obligue a sufrir en su mente por una decisión.
-Wirt, estas muriendo, te estas convirtiendo en un árbol... No voy a dejarte morir.
-Pero... No quiero que nos separemos.
-Yo no quiero eso tampoco... Pero mi decisión sería egoísta...-a puras fuerzas quitó la mano del pequeño de su horrible cara y lo dejo en el suelo ya que todo este tiempo lo tenía cargado.
-Hasta siempre-dijo la bestia casi susurrando tomando la linterna y bajando la intensidad de la llama para poder tomarla.
-Espera, por favor-suplicaba Wirt viendo como la criatura se perdía en los arboles y se camuflaba con ellos-Por favor-fue lo último que susurró antes de salir lagrimeando de Edelwood. Sin tener la mínima idea de porque le dolía tanto abandonar a aquella bestia.

Beauty and the beastWhere stories live. Discover now