Alguien Como Tú © (Disponible en AMAZON)

Capitulo 4 Destinos

Holmes: Srita. Falconer por un momento creí que se habría arrepentido de venir conmigo.

Ryan: Eso jamás! Digo.......que no pienso perderme este congreso tan importante, nos vamos?

Abordaron el avión y Ryan no pudo evitar sentir nervios al despegue aferrandose a su asiento con todas sus fuerzas, por lo que el Dr. Holmes la tomo de la mano y le dijo que se recargara en su hombro.

Holmes pensó: "No puedo creer que por fuera ella sea tan fuerte y a la vez tan indefensa en estos momentos, sólo quiero que sienta como mi corazón se acelera al estar así con ella".

Ryan: Amm a donde se fue Dr. Holmes? esta perdido en sus pensamientos.

Holmes: En el único lugar a donde quisiera perderme es en el verde de tus ojos, listo hemos llegado, ves no fue tan grave

Ryan: Lo dices en serio? Creo que es importante hablar de lo que paso esa noche en el laboratorio.

Holmes: Si creo que si, pero primero vamos a comer algo porque muero de hambre y de frío me abrazas? Jajajaja

Llegaron al hotel, las habitaciones eran enormes una al lado de la otra, unidas por una puerta que las conectaba, Ryan se preparó para bajar a cenar, no quería que el Dr. Holmes pensara que siempre se "arregla" como cuando está en el trabajo, así que se recogió el cabello y se puso una falda café oscuro con una blusa en color beige, se maquillo un poco más de mi usual aunque no estaba segura de porque quería causar otra impresión. Mientras en su cabeza las palabras de Holmes la inquietaban haciendo que se sonrojara.

Holmes la esperaba afuera de su habitación, como todo un caballero luciendo un atuendo casual que realzaba el color avellana de sus ojos, al verlo así, Ryan trato de controlar sus emociones, lo que no esperaba era la reacción de el al verla diferente.

Holmes: Pero que belleza! Dios Ryan si te vistieras así para el trabajo, nos tendrías a todos idiotizados, wooooooow -colocando sus manos sobre la cabeza-

Ryan: Robert no seas exagerado, sólo trate de que no me vieras como en el trabajo precisamente.

Mientras comían, el no dejaba de mirarla, con una mirada que podría matar a cualquiera, pero con Ryan aparentemente no surtía ese efecto, pero de vez en vez se sonrojaba, sobretodo con comentarios que la sacaban de su zona de confort, en un descuido a Ryan se le calló la servilleta al piso y ambos se agacharon a recogerla por impulso, segundos después se miraron en silencio, era claro que los dos sentían algo, Ryan no quería seguir dudando y sin más beso al Dr. Holmes, dejándolo ahora indefenso sin saber que hacer. Después de eso, ella trato de disculpar su acción con excusas sin sentido.

Ryan: Yo, amm, lo siento Robert no se que sucedió, no suelo ser así, bueno gracias por la cena, nos vemos mañana...

Holmes: Espera! -tomándola de la mano- no pensaras irte después de lo que paso, por favor no me dejes así Ryan necesito saber...

Ryan: No hay mucho más que tengas que saber que lo que hoy haz comprobado, pero se que es un error, tu eres mi jefe, yo he luchado mucho por llegar hasta aquí y no quiero arruinarlo con mis tontos sentimientos.

Holmes: No tienen nada de tontos, se que es arriesgado pero yo te prometo que esto no es un error, mírame, no tengas miedo...

Ryan: Lo siento, en verdad esto no pude ser, hasta mañana y discúlpame nuevamente por favor...

Como en la cenicienta, Ryan salió apresurada del restaurante, dejándolo a el y las demás personas que se encontraban en el lugar atónitos ante esa escena que dejo al Dr. Holmes desconcertado, abrumado y por primera vez......vulnerable a lo que estaba sintiendo por ella. Tratando de entenderla se retiró en silencio, pero no podía quedarse así, no después de aquel beso que recorrió cada poro de su piel, que hizo vibrar las fibras de su alma y que su corazón latiera como nunca.